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16
Abr
2022
Viernes Santo Alcalá 2022: la Soledad visitó al Cristo de la Columna en el Convento de las Carmelitas PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Sociedad Alcalá
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Foto cedida por Ayuntamiento de AlcaláLa Agonía, el Medinacelli y el Santo Entierro también recorrieron las calles

Este Viernes Santo en Alcalá fue especial  y lo fue por varios motivos. Entre otros, porque hacía cinco años que no salían las cuatro procesiones previstas debido a la lluvia y al coronavirus.

Así por la mañana el Cristo de la Agonía recorrió las calles complutenses en la madrugá alcalaína; y por la tarde el Medinaceli completó su segunda Estación de Penitencia en lo que queda de la procesión General.

Foto cedida por Ayuntamiento de AlcaláSin embargo, la verdadera protagonista de la tarde fue la Virgen de la Soledad que, a costal, recorrió las calles complutenses en un viaje inédito, pues se acercó hasta la mismísima calle Imagen para encontrarse con el Cristo de la Columna en su sede del convento de las Carmelitas.

El motivo es que se cumplen 25 años del hermanamiento entre las dos Cofradías, y ambas quisieron celebrarlo con un Encuentro especial, fusionando la sobriedad castellana del Cristo de las Peñas, con el estilo andaluz de la Reina de Alcalá.

Foto cedida por Ayuntamiento de AlcaláPor cierto  ese cambio en el recorrido tuvo consecuencias en la procesión del Medinacelli, obligada a cambiar el trayecto previsto para no coincidir con la comitiva de la Soledad.

Y es que el buen tiempo y la ausencia de pasos en las calles durante cinco años provocó que la ciudad complutense fuera un auténtico hervidero de gente abarrotando el casco histórico.

El encuentro fue el gran momento de una espectacular procesión que terminaba minutos antes de comenzar el último desfile de los días de pasión de la Semana Santa de Alcalá.

Foto cedida por PP Alcalá Así, casi a las once de la noche, las puertas de la Catedral se abrían para dejar salir a los Hermanos del Santo Entierro, los mismos que abrieron la Semana Santa Complutense el pasado Domingo de Ramos portando la Borriquita.

Eso sí, esta vez el toque era totalmente distinto: tras realizar el juramento de silencio en plena lonja, y únicamente acompañados por el toque de campanas y los tambores, recorrieron en completo silencio y a oscuras, las calles de Alcalá en la sobrecogedora procesión que cierra el Viernes Santo de la ciudad.

 

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