09
Abr
2017
Domingo de Ramos Alcalá 2017: El Despojado recorrió Alcalá en la procesión más larga de la historia Imprimir
Zona Este - Sociedad Alcalá
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Foto cedida por Ciudadanos AlcaláEsta noche, las Angustias saca Las Negaciones de Pedro después de cuatro años

Era un acontecimiento histórico, y los vecinos de Alcalá no se lo quisieron perder. El Jesús Despojado titular de la Hermandad de Espartales abandonaba a las cuatro de la tarde del Domingo de Ramos la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva para comenzar la procesión más larga de la historia de la Semana Santa complutense.

Eso sí, el camino para unir Espartales con la Catedral ha sido un auténtico viacrucis que comenzaba el pasado martes cuando recibían la noticia de que, si no encontraban en 24 horas gente que cortase las calles durante la Procesión, no tendrían la autorización para realizarla. La Hermandad del Jesús Despojado pidió ayuda, y los vecinos enseguida hicieron posible lo que parecía imposible: 70 vecinos se ofrecían voluntarios para garantizar la seguridad en el recorrido, lo que posibilitaba el acuerdo entre Policía Local, Protección Civil y los propios hermanos.

Con los problemas de intendencia solucionados, los de Espartales comenzaban a preparar, a contrarreloj, su primera Estación de Penitencia, que concluía en la mañana del domingo con el montaje del paso que transportó al Jesús Despojado de sus Vestiduras, la impresionante talla creada por un Rafael Martín Hernández que no quiso perderse la puesta de largo de la imagen.

Foto cedida por PP AlcaláA las cuatro, tal y como estaba previsto, los Hermanos abrían las puertas de la Parroquia de Espartales para comprobar como los vecinos se agolpaban para ver la nueva Procesión de la Semana Santa complutense. Acompañado por la Guardia Civil, el paso salió a las calles de su barrio, y lo hizo transportado por cuarenta costaleros que sufrieron los rigores de una tarde puramente primaveral en Alcalá. Y para empezar, tuvieron que sacar al Cristo de rodillas, pues su impresionante tamaño dificultaba la salida por la puerta de la iglesia. Como ni aún así el Cristo cruzaba, también le quitaron los adornos que lleva sobre la cabeza para conseguir poner en marcha el desfile de seis horas y media.

Eso sí, la Penitencia no había hecho más que empezar, pues el viaje del Despojado se iba a prolongar durante más de seis horas en las que vieron caer la noche sobre la cuna de Cervantes mientras cruzaban media ciudad. A eso de las diez y media, tal y como estaba previsto, los Hermanos, vestidos de azul y blanco, llegaban a las puertas de la Magistral, donde terminaban el largo viaje por las calles complutenses.

Eso sí, la Semana Santa de Alcalá no comenzaba con el Despojado, sino unas cuantas horas antes también en la Catedral. Y es que, por la mañana, la Hermandad de los Trabajos fue la encargada de poner en la calle la imagen de La Borriquita, transportada en carroza por los Hermanos. La Cofradía abría la Semana de Pasión dejando atrás todo lo ocurrido hace tres años, y lo hacía en un largo desfile abierto por los estandartes de las diez cofradías que organizan la Semana Santa de Alcalá. La comitiva dejaba la Catedral a eso de las diez de la mañana para dirigirse al Palacio Arzobispal, donde Reig Pla bendijo los Ramos. A eso de las once y media, y acompañados por la Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario, la procesión comenzaba su segundo trayecto por la calle de Santiago para entrar en la calle Mayor por Cervantes en un trayecto de una hora de duración.

Hoy Lunes Santo continúa la programación de la Semana Santa complutense, y lo hace con la Estación de Penitencia de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, que esta noche vuelve a sacar a la calle el Paso de las Negaciones de Pedro tras la búsqueda de anderos realizada hace unos días. Las Negaciones de Pedro, así, vuelve a las calles después de cuatro años sin procesionar, y lo hace como atractivo de una procesión en la que el completo silencio sólo roto por el sonido de la campana es el verdadero protagonista.