Ignacio se fugó de la cárcel hace dos años y medio y estaba en busca y captura

La muerte de Carlos Jarry en Arganda hace algo más de dos años sigue dando vueltas. Y la última se producía hace sólo unos días, cuando la Policía Nacional detenía en Carabanchel a uno de los acusados del crimen que le costó la vida al jefe de los aluniceros de la Comunidad.

En concreto, Ignacio, de 38 años y con seis antecedentes penales, entraba en la cárcel a principios de 2018 acusado de matar a balazos a Jarry. Pero duró poco en la cárcel, pues, aprovechando un permiso, se fugó, permaneciendo en busca y captura dos años y medio.

Su huida terminaba hace pocos días, cuando dos agentes de paisano se acercaron a un hombre que estaba consumiendo sustancias estupefacientes en la calle. Tras identificarse como policías, el hombre intentaba escapar después de golpear a uno de los agentes.

Los agentes comenzaron a perseguirle a pie por las calles del barrio, y conseguían detenerle en medio de una lluvia de puñetazos y patadas. Después de reducirle, le metieron en el coche de policía, pero intentó escapar de nuevo rompiendo un cristal. En ese momento, según los policías, apareció una mujer que también se dedicó a golpear el coche y a los agentes, por lo que era detenida.