El Madring se presentaba en sociedad con un gran evento

Este sábado Madrid se convirtió en el epicentro del automovilismo español con la presentación del nuevo circuito Madring, que se espera sea la sede del Gran Premio de España a partir de 2026. Este evento atrajo a más de 80,000 aficionados que se congregaron a lo largo de los 1,100 metros del trazado para disfrutar de una exhibición de velocidad protagonizada por el piloto español Carlos Sainz, quien condujo un Williams FW45.

A las 18:55, un momento simbólico que hace referencia al número que ha acompañado a Sainz a lo largo de su carrera, el piloto apareció ante una multitud entusiasta. Su actuación incluyó aceleraciones precisas y la realización de donuts, generando gran alegría y emoción entre los asistentes. Aunque Sainz fue el foco principal del evento, también participaron jóvenes talentos como Pepe Martí y Mari Boya, quienes aportaron al espectáculo y simbolizaron el futuro del automovilismo nacional.

Durante una rueda de prensa previa al evento, Sainz compartió su entusiasmo por tener un Gran Premio tan cerca de su hogar, indicando que era un sueño cumplido. Además, abordó las preocupaciones sobre la coexistencia del nuevo circuito Madring con el ya establecido de Montmeló, asegurando que ambos pueden coexistir sin problemas. Sainz también destacó su buena relación con Fernando Alonso, subrayando que ambos trabajan para que España tenga dos carreras, lo que beneficiaría a ambas ciudades.

El evento no solo fue una muestra de velocidad, sino también un ensayo de la logística necesaria para un Gran Premio. La organización implementó medidas de movilidad responsable, cerrando el aparcamiento del recinto ferial y reforzando el transporte público, con la línea 8 de Metro duplicando frecuencias. Esto permitió gestionar eficazmente la gran afluencia de público.

Desde las 17:00 horas, los asistentes pudieron disfrutar de la Paddock Experience, un espacio que ofrecía simuladores, música en vivo, food trucks y merchandising oficial, creando un ambiente festivo. La decoración del circuito comenzó a hacerse visible a través de banderolas y estructuras temporales, mientras que la música ambientaba la espera de los aficionados.