06
Mar
2020
Los sindicatos toman Cibeles en vísperas del 8-M Imprimir
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Foto cedida por CCOO MadridCCOO preparó los actos en su sede de Alcalá

Comisiones Obreras y UGT han teñido de violeta Cibeles en un acto para reivindicar el feminismo sindical en una movilización frente al Ayuntamiento de la capital. En el acto, en el que han intervenido las secretarias de mujer e igualdad regionales y confederales de ambos sindicatos, se ha reivindicado la necesidad de seguir avanzando hacia una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres, contra el patriarcado y las violencias machistas.

La secretaria de las Mujeres de CCOO de Madrid, Pilar Morales, ha reclamado un trato igual en salud laboral debido a las diferencias que “sufrimos” las mujeres. “Somos las que más enfermedades profesionales desarrollamos y no se diagnostican, las que tenemos el 66% de los accidentes in itínere y el 73% de los contratos a tiempo parcial y tampoco se tiene en consideración”, ha denunciado Morales. .

A su juicio, el empresariado madrileño “se va muchas veces de rositas”. Y por ello ha ironizado con el hecho de que ya que tienen diagnosticado lo que le pasa a las mujeres, “que se pongan manos a la obra y nos ofrezcan el mismo trabajo que a los compañeros varones y con el mismo salario”. Asimismo, Pilar Morales ha demandado la aplicación de toda la legislación internacional “que no se está aplicando”, como por ejemplo el artículo 190 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) “para erradicar la violencia también en los centros de trabajo”.

“Hemos avanzado mucho –continuó Pilar Morales-, estamos en la calle y formando parte del movimiento feminista. No vamos a permitir que nos dividan. Somos muchas y estamos unidas. Solas somos estupendas, pero juntas somos invencibles”, remachó.

Por su parte, la secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, ha señalado que “la segregación ocupacional es una de las causas fundamentales de las brechas de género en nuestro país”. “Tenemos que avanzar en igualdad –dijo-, porque sin igualdad no vamos a corregir la lacra social de la violencia de género”.

Para Vicente, la legislación puesta en marcha hasta el momento “es positiva pero no es suficiente todavía” porque la desigualdad “persiste en el mercado laboral”. En su opinión, la movilización “es necesaria, pero la negociación también, y con esta última hemos conseguido mejorar la vida y las condiciones de trabajo de las trabajadoras”.

“Las mujeres somos parte fundamental de la clase trabajadora y en nuestra lucha interseccionan los problemas de clase y de género”. Estas han sido las primeras palabras de Tania Sánchez, que han marcado su intervención, partiendo del análisis de la sociedad “líquida” en la que nos encontramos, donde CCOO pretende ser un referente sólido, formado por mujeres y hombres, personas que se reconocen y organizan como clase en defensa de las agresiones que sufrimos desde un sistema profundamente injusto.

Sánchez ha facilitado varios datos que muestran el incremento continuo de la presencia de mujeres en los órganos de representación sindical de los 26 pueblos de la comarca del Henares, dado que si en marzo de 2017, las compañeras de CCOO eran el 38,92% de todas las representantes de todos los sindicatos, a fecha de hoy, son ya el 41,72%. Esto es una de las consecuencias del también aumento del número y porcentaje de mujeres afiliadas, que dentro de la tendencia de incremento afiliativo general en el sindicato, ha pasado de ser el 41,92% en febrero del 2017, al 44,06% actualmente.

Estos datos, ha continuado diciendo, y siempre en colaboración con las distintas federaciones de nuestro territorio, nos llevan a desarrollar nuestra acción sindical materializada, entre otras cosas, en la creación del comité de mujeres e igualdad; el esfuerzo realizado en formación sindical; la campaña de divulgación de derechos en el sector de hostelería, fuertemente feminizado; la denuncia constante del terrorismo machista, el acompañamiento al sector enormemente precarizado de las trabajadoras del hogar que reivindican,entre otras cosas el convenio 189 de la OIT, porque una sociedad medianamente civilizada, no puede permitirse que estas trabajadoras no tengan, ni siquiera, derecho a prestación por desempleo. Además, seguimos trabajando, ha concluido, tejiendo redes con organizaciones de mujeres en la comarca, y por ello reafirmamos el llamamiento a participar en la movilización del 8 de Marzo.

Pîlar Morales, de CCOO Madrid, ha señalado la importancia del 8M como una fecha reivindicativa y conmemorativa de la fuerza arrolladora de la capacidad organizativa de las mujeres, que desembocaron en unos hechos que marcaron la historia de la dignidad de aquella huelga de 1857 en el sector textil de Nueva York. También, ha resaltado Morales, la importancia de todos los estudios y diagnósticos realizados que nos tienen que servir para justificar toda una serie de acciones concretas que se han de seguir realizando.

Finalmente, Elena Blasco, en nombre de la Confederación de CCOO, se ha remitido mayoritariamente a la última gaceta sindical, que bajo el lema Vivas, Libres, Unidas, contiene la posición del sindicato sobre el 8M, basada en los principios de justicia, libertad, igualdad y solidaridad. Nos queremos Vivas, ha dicho, porque desde el año 2003, han sido asesinadas 1044 mujeres por violencia de género. Nos queremos Libres, pero la igualdad es una condición previa a la libertad, y por ello seguimos luchando por superar tantas brechas en torno al empleo, los salarios, las pensiones y los cuidados. Nos queremos Unidas, porque unidas somos más y somos más fuertes.

Blasco ha concluido remitiéndose a las propuestas de CCOO dirigidas a conseguir que el derecho a la igualdad, a la libertad, a la seguridad, sean derechos efectivos y reales para todas las mujeres, haciendo hincapié, entre otras cosas, en la necesidad de la ratificación del convenio 190 OIT y la Recomendación 206 sobre violencia en el trabajo.

El informe que la Secretaría de la Mujer de CCOO de Madrid elabora todos los años con motivo del 8 de Marzo sobre la situación socio-laboral de las trabajadoras en la región madrileña vierte un jarro de agua fría sobre los avances en igualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral. Con datos oficiales, el análisis de CCOO de Madrid hace un repaso detallado sobre las brechas de género y deja al descubierto la fragilidad de los progresos conseguidos, que con la recuperación económica se han estancado o incluso empeorado.

La secretaria de la Mujer, Pilar Morales, ha subrayado hoy, durante la presentación del informe en rueda de prensa, que “conseguir la igualdad es fundamental porque sin independencia económica no hay libertad posible”. Igualmente, el secretario general de CCOO de Madrid, Jaime Cedrún, ha reclamado al gobierno regional y a las corporaciones locales “políticas de igualdad urgentes y más agresivas” para reducir las brechas que condenan a las mujeres a la precarización laboral y a la pobreza más absoluta cuando se jubilan. Tras esta desigualdad histórica hay una cuestión que pesa sobre todas las demás: los cuidados. Y así lo corrobora el informe del sindicato.

La brecha salarial entre mujeres y hombres se consolida e incrementa después de varios años de reducirse, ya que una vez que la actividad económica se recupera aumenta mucho más el salario de los hombres que el de las mujeres. El salario medio anual de las mujeres en 2017 fue de 24.030 euros y el de los hombres 29.911 euros: las mujeres ganan un 20% menos. Si en el año 2000 el ratio entre el salario femenino y el masculino estaba en el 73%, y después de 18 años sólo se ha reducido en 7,3 puntos, resulta que la equiparación salarial no sería posible hasta el 2037.

La mayor brecha salarial se da en el sector servicios, elque más población trabajadora ocupa en Madrid, y el más feminizado. La brecha salarial se sitúa en el 78,85%, lo que significa que las trabajadoras cobran una media de 6.343 euros menos que los trabajadores. También es el sector en el que menos salario cobran las mujeres, con 23.659 euros anuales (los hombres, 30.003 €).

El 52,9% de las mujeres mayores de 16 años tiene empleo, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje se eleva al 61,6%. La brecha en la tasa de empleo es de 8,7 puntos. Y no se observa una tendencia de mayor crecimiento en la tasa de las mujeres que permita pronosticar que la brecha vaya a cerrarse en los próximos años sin tomar nuevas medidas en favor de la igualdad. También Hay diferencias entre los distintos grupos de edad: hasta los 25 años no llega a 2,5 puntos, pero a partir de los 25, cuando aparecen las responsabilidades familiares, la diferencia supera los 10 puntos.

6 de cada 10 mujeres buscan o tienen empleo. En los hombres son 7 de cada 10. La diferencia en la tasa de actividad es de 8,8 puntos a favor de los hombres. Esta brecha aumenta con la edad. Así entre hombres y mujeres menores de 25 años, la diferencia en la tasa de actividad es inferior a 3 puntos, pero en los mayores de 25, edad a partir de la que suelen hacer acto de presencia los cuidados, la diferencia se dispara a 10 puntos.

Al combinar la duración del contrato con el tipo de jornada, la desigualdad se agrava. Si de los contratos indefinidos firmados en 2019 sólo el 46% corresponde a mujeres, el porcentaje baja al 38,5% para los contratos indefinidos a jornada completa, frente al 61,5% de los hombres. Son 23 puntos de diferencia. Por otro lado, El 59% de los contratos a tiempo parcial de 2019 los firmaron mujeres, que ya representan el 73% del empleo a tiempo parcial en la Comunidad de Madrid, y sólo en un 11,5% responde a una elección voluntaria.

La tasa de cobertura por desempleo en la Comunidad de Madrid arroja una media del 56,5% para ambos sexos (datos de diciembre de 2019). Las mujeres en situación de desempleo en la región superan a los hombres y tienen menor protección, ya que están con mayor frecuencia en situación de desempleo y sobre ellas recaen los contratos temporales, los de corta duración y las jornadas parciales. Así, la diferencia en la tasa de cobertura es de 9 puntos (52,7% en el caso de las mujeres y al 61,7% en el caso de los hombres). Por otra parte, sólo el 56,4% de las desempleadas con derecho a prestación recibe una prestación contributiva frente al 63,3% de los hombres (7 puntos de diferencia). Y además,en los datos a nivel estatal se observa que la prestación media es de una cuantía menor en el caso de las mujeres: 26,24€ diarios (equivalente a 787,11€ mensuales), frente a una media diaria de 30,80 € equivalente a 924,05 € mensuales que perciben los hombres.

En 2018 declararon IRPF 1.249.428 pensionistas en la región de Madrid, con una pensión media de 18.416 € anuales. Del total de pensionistas, 614.679 son hombres (49,20%) y 634.679 son mujeres (50,80%). En 2018, la pensión media anual de los hombres alcanzó los 22.033 €; la de las mujeres, 14.913 €, lo que significa 7.120 euros menos (32,20%). Por otro lado, 440.898 mujeres pensionistas (7 de cada 10) cobran una pensión menor al SMI actual (que se sitúa en 13.300 € anuales). Esta circunstancia afecta también a los hombres pensionistas, pero en mucha menor medida, concretamente al 44,80% (275.544 pensionistas). Las diferencias de ingresos entre hombre y mujeres en concepto de pensión no es más que el resultado de una menor cotización durante la vida activa. Y esta menor cotización responde a una organización social discriminatoria y patriarcal que afecta también a las mujeres cuando han salido del mercado laboral. Las mujeres siguen siendo trabajadoras y ciudadanas de segunda.

Finalmente, un dato que muestra la apabullante falta de corresponsabilidad entre mujeres y hombres en los cuidados:las mujeres solicitaron, en 2018, el 90% de las excedencias para el cuidado de hijos e hijas y el 85% de las excedencias para el cuidado de familiares.

CCOO ha presentado, en vísperas de la celebración del día 8 de Marzo, el informe Las mujeres en la profesión docente, elaborado con los datos provenientes del departamento de Recursos Humanos de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de Madrid, y Elisa Rufino, miembro del gabinete de Estudios del sindicato, han desgranado la situación de un sector altamente feminizado que, pese a formar parte del sector público, también sufre la brecha de la desigualdad entre hombres y mujeres. El informe aporta datos recientes sobre la situación de la profesión docente con una perspectiva de género que aborda la presencia de las mujeres por cuerpos de enseñanza, las retribuciones, la salud laboral y la formación en igualdad.

Para acabar con la desigualdad en la profesión docente, Isabel Galvín plantea la urgente necesidad de un “Plan de carácter horizontal” que corrija las desigualdades existentes en los distintos cuerpos docentes y una reforma educativa que prestigie la labor del profesorado y acabe con la jerarquización y la desigualdad en cuanto a retribuciones, sectores y responsabilidades.

Los datos desagregados, correspondientes al curso 2017-2018, referidos al profesorado de centros de régimen general, arrojan, en primer lugar, que las tres cuartas partes del profesorado madrileño son mujeres (76% frente al 24%), y que la profesión está más feminizada en la franja de edad de entre 40 y 49 años, representada en 21 puntos porcentuales más que los varones de la misma edad, lo que indica que la profesión seguirá feminizada en los años venideros.

En cuanto a la distribución de los docentes por cuerpos de enseñanza, el informe constata que las mujeres escogen en un 52% el cuerpo de maestros, mientras que en secundaria suponen el 28,01%. En el caso de los varones, solo el 33,70% son maestros, mientras que el 51,41% son profesores de secundaria. “Como puede observarse, afirma Elisa Rufino, a mayor edad y prestigio profesional, más masculinizada está la profesión”. Este hecho se refleja también en el “reparto del poder” en los centros de enseñanza: los equipos directivos de los centros de educación infantil están ocupados por mujeres; sin embargo, más de la mitad de los puestos de dirección de los centros de secundaria (54%) están ocupados por varones. “Los datos demuestran, afirma Galvín, que son necesarios planes de formación específica en liderazgo para que las mujeres potencien su acceso a los cargos directivos en función de su proporcionalidad en la profesión”.

En el terreno de las retribuciones, el informe también pone de relieve las diferencias que existen en los distintos cuerpos. En la nómina de los docentes, el único complemento igual para todos los cuerpos es el de formación (sexenios). Para el resto, se constata que el cuerpo de maestros es el que percibe retribuciones inferiores (1.040 euros), mientras que el de secundaria asciende a 1.203 euros. “Esta diferencia salarial tiene repercusiones negativas a la hora de la jubilación, afirma Galvín. A menor sueldo base, menor cuantía”.

En cuanto a las asignaturas, persiste la desigualdad. Las asignaturas de ciencias siguen siendo impartidas por docentes varones, y las relacionadas con el campo de las Humanidades están mayoritariamente a cargo de docentes mujeres, lo que abunda en la orientación académica segregada por sexos. La Formación Profesional también mantiene el estereotipo en la enseñanza de lo que se consideran profesiones masculinas y femeninas.

Asimismo, la brecha persiste en el terreno de conciliación entre vida personal y profesional. Entre el 4 y el 5% de las mujeres solicitaron un permiso por lactancia, cuidado de hijos o enfermedad entre 2014 y 2017, frente al 1% de los hombres que lo hicieron. “Este reparto desigual tiene repercusión en la menor presencia de mujeres en puestos de dirección”, señala Galvín.

Las cifras de violencia de género, comparadas con otras profesiones, no son elevadas en la docencia, pero CCOO considera necesario ampliar las medidas de protección a las docentes víctimas de esta violencia. Por último, tanto Isabel Galvín como Elisa Rufino han destacado la necesidad de un plan de formación en igualdad que ofrezca alicientes para la carrera profesional de los docentes. “Es fundamental que los estudiantes vean que el “poder” es también, y en la misma proporción, ejercido por mujeres, concluye el informe.