20
Feb
2022
Casado intenta cerrar la crisis anulando el expediente a Ayuso Imprimir
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Foto cedida por PPEl presidente del PP insiste en que él, personalmente, no ordenó espiar a nadie

Después de tres días de guerra abierta en Génova parece que llega la calma. Eso sí habrá que esperar para ver si es una calma total o la que precede a la tempestad. Así el PP decidía, en la tarde de este sábado, suspender la tramitación del expediente sancionador contra Ayuso por sus palabras del jueves en las que acusaba directamente a Pablo Casado de estar detrás de la trama de los espías.

En concreto los populares consideran que se han dado todas las explicaciones necesarias y que no hay motivo para seguir con un proceso que podría terminar con la expulsión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Este era el último capítulo, por el momento, de un sainete que vivía nuevos actos a lo largo de la jornada del sábado.

Así a media tarde los medios informaban de que la tarde anterior Ayuso y Casado se habían reunido en secreto en Génova para tratar de solucionar una crisis que puede llevarse por delante al partido. En concreto los dos líderes habrían estado hablando durante varias horas sin alcanzar ningún acuerdo, a pesar de lo cual los populares decidían al día siguiente acabar con el expediente a Ayuso.

Esta decisión se producía después de otra jornada de tensión en la que los barones comenzaban a tomar cartas en el asunto amenazando con la petición de un Congreso Extraordinario la próxima semana si la situación no se solucionaba inmediatamente. Y eso es precisamente lo que intentaba Casado: cerrar como fuera la crisis, al menos, en la parte relacionada con los contratos de las mascarillas.

Y es que, si los populares dan por válidas todas las explicaciones sobre el contrato, mucho más polémica es toda la parte relacionada con el espionaje. Asi Casado insiste en que él, personalmente, no dio órdenes de investigar ni a Ayuso ni a su familia. Y precisamente ese "personalmente" es el que puede abrir una nueva guerra, pues Casado desliza la posibilidad de que fueran otros los que dieron las órdenes.

Así las cosas, la noche del sábado llegaba con terribles noticias para los populares pues las primeras encuestas realizadas tras estallar la guerra de las gaviotas son contundentes: VOX sorpassa al Partido Popular convirtiéndose en segunda fuerza política y líderes del centro derecha, haciendo que los populares pasen de ser el voto útil a la muleta de un posible Gobierno de Santiago Abascal.

Estas primeras encuestas caían como un auténtico jarro de agua fría sobre el partido que ya intuye que la única salida para esta situación será una refundación como la vivida en 1989, y precisamente la última noticia de la jornada tiene mucho que ver con lo que ocurrió en aquel Congreso que encumbró a José María Aznar como líder del centro derecha. Y es que comienza a circular la idea de qué el Partido Liberal que creó Esperanza Aguirre en los años 80 y que quedó fusionado con Alianza Popular para crear el Partido Popular vuelva a romper relaciones con los democristianos para presentarse en solitario.