26
Feb
2022
Aumenta en 24.000 el número de pacientes que espera cita en los hospitales en un sólo mes Imprimir
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Foto cedida por CCOO MadridSegún CCOO ya superan el medio millón

Los datos de listas de espera quirúrgica, consultas de especialistas y pruebas diagnósticas en la Comunidad de Madrid vuelven a batir record históricos, sin que la Consejería de Sanidad haya atendido ninguna de las propuestas que sucesivamente se han puesto encima de las Mesas Sectoriales desde CCOO Sanidad Madrid. Y sin que se haya dispuesto de los 33,3 millones de euros que contempla el anunciado plan de choque del Gobierno regional para acabar con las listas de espera sanitarias.

En un solo mes, cerca de 24.000 pacientes se han sumado a los 500.0000 que esperaban su primera cita con un especialista en los hospitales y centros de especialidades de la Sanidad pública de la Comunidad de Madrid, derivados por un médico de familia de centros de salud o por otro especialista, para identificar y determinar la gravedad de su dolencia.

CCOO Sanidad Madrid considera “inaceptable” la escalada en las listas de espera y la “pasividad” de la Consejería de Sanidad para atajar esta dinámica. No solo los datos de incremento de número de pacientes que esperan es “demoledor” sino que además un total de 257.370 madrileños y madrileñas, de los que engrosan la lista, están por encima de los 90 días de espera, y la media supera los 52 días.

La espera quirúrgica también se ha incrementado. En enero 2022, había 90.813 pacientes aguardando a ser operados en la sanidad pública de la Comunidad de Madrid, frente a los 89.395 que esperaban en diciembre de 2021. El incremento no es tan elocuente como en la espera de consulta con especialistas. Sin embargo, la larga espera que supone tener una cita con el especialista hace que permanezca sin cuantificar el número real de personas que aún no tienen la certificación facultativa, pero que también esperan para ser operados.

Otro indicador que CCOO observa que profundiza en el deterioro de la sanidad pública madrileña es el incremento de las listas de espera para la realización de pruebas diagnósticas: 163.472 pacientes esperaban ser citados en enero de 2022, frente a los 157.258 que estaban en las listas de espera en diciembre de 2021. Setenta mil de los madrileños y madrileñas que tienen prescritas pruebas diagnósticas o terapéuticas, llevan esperando más de tres meses.

CCOO recuerda que muchas de estas pruebas o cirugías se derivan hacia centros sanitarios privados, lo que supone desembolsos millonarios de fondos públicos hacia el sector sanitario privado, como los dos millones de euros de la Sanidad pública que se han pagado a grupos empresariales de la sanidad privada por las derivaciones de pruebas realizadas por el Hospital Gregorio Marañón.

Opinan que estos fondos deberían dedicarse a: incrementar los recursos humanos y materiales en los centros sanitarios públicos, a abrir y dotar de equipo humano los quirófanos y los equipos de pruebas diagnósticas de los hospitales públicos, con el fin de abrir tardes y fines de semana. Asimismo, insiste en que hay que abrir más de 2.000 camas de hospitalización, zonas de hospitales que están cerradas y ampliar consultas de especialidades. Todas estas medidas, unidas a la ampliación estructural de las plantillas del SERMAS y a la consolidación de los contratos de refuerzo COVID, son indispensables para frenar la hemorragia de las listas de espera, según CCOO.

Enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se han concentrado hoy en los hospitales públicos de Madrid para lanzar un mensaje claro y contundente a las administraciones y partidos políticos. “No solo están enfermas las personas que necesitan atención y cuidados en estos centros, también nuestra sanidad pública y su pronóstico es muy grave ya que no se quieren destinar los medios y profesionales necesarios”.

Como ya ocurrió el pasado 10 de febrero en los centros de salud, los profesionales de Enfermería, Enfermería Especialista y Fisioterapia han salido a las puertas de sus hospitales, convocados por SATSE, para denunciar el “gran engaño” que han sufrido, tanto ellas como el conjunto de la sociedad, por parte de las administraciones públicas y partidos políticos que “alzaron su manos para aplaudir a nuestras profesionales durante lo más duro de la pandemia y ahora las tienen escondidas en los bolsillos y con una clara actitud de brazos caídos”.

En las concentraciones se ha denunciado que no hay ni recursos, ni medios ni profesionales suficientes en los cerca de 350 hospitales públicos que hay en nuestro país, de los cuales 32 están en la Comunidad de Madrid, lo que genera numerosos problemas y deficiencias que impiden poder ofrecer una atención sanitaria y unos cuidados de calidad a toda la ciudadanía.

Esperas de semanas y meses para ser atendido en una consulta, realizar una prueba diagnóstica o ser intervenido, saturación y situaciones de colapso en servicios especialmente sensibles, como las Urgencias, camas en pasillos o cerradas, espacios sanitarios sin habilitar, etc. son algunas de las consecuencias de la falta de interés de administraciones y partidos políticos por reforzar y mejorar la sanidad de nuestro país.

Una realidad que viven y sufren diariamente las enfermeras/os, enfermeras/os especialistas y fisioterapeutas que trabajan en los hospitales y que también repercute gravemente en su salud física, psicológica y emocional, al estar en una permanente situación de sobrecarga, saturación y tensión asistencial que les imposibilita realizar su labor asistencial y de cuidados como les gustaría.

“¿Cómo vamos a poder atender y cuidar en óptimas condiciones si un profesional ha de asumir hasta 25 o 30 pacientes ingresados en una planta hospitalaria?, se preguntan, recordando que todos los estudios científicos nacionales e internacionales conocidos concluyen que la ratio segura es la de 6-8 pacientes por enfermera/o en una planta de hospital.

Profesionales que, además de tener contratos precarios y temporales en muchos casos, desarrollan su labor asistencial y de cuidados a turnos, de noche y durante los domingos y festivos, con los consiguientes problemas a la hora de conciliar su vida laboral con la personal y familiar. Una enfermera puede llegar a trabajar hasta 15 noches en un mes, con jornadas de diez y doce horas seguidas o realizar más de 40.000 horas de trabajo nocturno a lo largo de su vida laboral.

“Estamos exhaustas y afectadas a todos los niveles después de dos años de lucha contra la pandemia, y ahora, una vez superado lo peor, contemplamos con absoluta desolación y estupefacción que los mismos que aseguraron que iban a cambiar y mejorar la situación de nuestro sistema sanitario, vuelven a dedicar su tiempo a enfrentamientos partidistas y estériles de cara a próximas elecciones, en lugar de priorizar lo que realmente nos importa y preocupa, como es la salud y el bienestar”.

Tras el éxito de la convocatoria en los hospitales, y de la realizada días atrás en los centros de salud, el Sindicato de Enfermería, SATSE, continuará en Madrid y en el conjunto del Estado su nueva estrategia de acciones reivindicativas y movilizaciones en defensa de la sanidad y sus profesionales, las cuales irán aumentando en intensidad a lo largo de los próximos meses. “Exigimos soluciones y nadie nos va a parar hasta conseguirlas”, finalizan desde la organización sindical.