10
Mar
2022
El Gobierno de Ayuso propone acabar con las mascarillas en interiores salvo en residencias, hospitales y transporte público Imprimir
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Foto cedida por CAMEl 30% de los contagios en Madrid corresponden a omicron silenciosa

Después de varias semanas, el Consejero de Sanidad actualizaba la situación de la epidemia en la región, y lo hacía en una comparecencia con un montón de datos importantes. Así Escudero reconocía que, a pesar de que no había datos oficiales, omicron silenciosa ya supone el 30% de contagios en la región, una cifra alta que se acerca a lo que está ocurriendo en el resto de Comunidades.

Sin embargo, por aquello de que la nueva variante es aunque mucho más contagiosa igual de peligrosa que la omicron original, Madrid continúa con el proceso de acabar con todas las restricciones,  y la última en caer puede hacerlo esta misma tarde, ya que la región va a llevar a la Interterritorial una propuesta clara y contundente: eliminar las mascarillas de todos los espacios interiores, a excepción de residencias, hospitales y transporte público.

Además solo los contagiados tendrán que guardar cuarentena, y durante un tiempo muy corto. Sin embargo, la principal novedad que propone Madrid tiene que ver con cómo contar los contagios, Así Escudero desvelaba que prácticamente la mitad del millón y medio de contagios que se han registrado en la región desde el inicio de la epidemia corresponden a la sexta ola, a pesar de que la gravedad ha sido mínima en comparación con anteriores brotes.

Para que esto no vuelva a ocurrir Madrid va a dejar de contar los contagios como se hacía hasta ahora. De tal forma solo subirá al listado aquel contagio que haya sido verificado por un profesional, es decir desaparecen todos los registrados a través de test de autodiagnóstico. Además, los profesionales sólo realizarán test a aquellos que tengan síntomas compatibles con el coronavirus, deshaciéndose de un plumazo de los asintomáticos, que suponen entre el 80 y el 90% de los contagios.

Todos estos cambios, por supuesto, transformarán por completo el perfil de la epidemia centrándose únicamente en controlar la situación en los hospitales y tratando la evolución epidémica como si se tratase de una gripe. Lo que sí se mantendrá es el control de las nuevas cepas para adelantarse a cualquier cambio importante en la evolución de la crisis.

La Comunidad de Madrid va a proponer la eliminación de los aislamientos para los casos asintomáticos y leves de COVID-19, manteniendo medidas de prevención como el uso de mascarilla, reducir las interacciones sociales, evitar el contacto con personas vulnerables y la higiene de manos. Asimismo, el Gobierno madrileño pedirá la supresión del uso de las mascarillas en interiores, salvo en residencias, hospitales y transporte público, siempre que la evolución epidemiológica continúe con una tendencia favorable.

Estas peticiones se formularán este miércoles en la reunión técnica previa al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del jueves. En concreto, los aislamientos en las residencias de mayores serían de cinco días, con 24 horas sin sintomatología, mientras que para el caso de los pacientes que se encuentren hospitalizados también serían de cinco días, incluyendo en este caso una prueba negativa o carga viral baja.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, el viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Antonio Zapatero, y la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, han explicado en rueda de prensa las tres líneas estratégicas que se implantarán en la región ante la nueva situación epidemiológica y asistencial.

Como ha explicado Ruiz Escudero, los aislamientos dejarán de ser una indicación de Salud Pública para el control de la transmisión en la población general, al igual que ya lo han dejado de ser el seguimiento y el rastreo de los casos y contactos. Al no tratarse de un objetivo la detección precoz de asintomáticos, se elimina también el procedimiento de comunicación de resultados de casos de test de autodiagnóstico al teléfono 900 102 112.

Dentro de la Estrategia de detección, vigilancia y control del coronavirus, la Comunidad de Madrid eliminará también la realización de pruebas de diagnóstico de infección activa con carácter general. Los profesionales sanitarios establecerán los análisis bajo su criterio, tras una valoración clínica, atendiendo a la sintomatología y al perfil del paciente, pero no serán preceptivas ante todas las sospechas de casos. Sí estarán indicadas para aquellas personas más vulnerables o que convivan en entornos vulnerables.

En cuanto a la contabilidad de los casos, se va a mantener la monitorización de las pruebas que se realicen con un cómputo de carácter semanal -que hasta ahora era diario- y la proporción de la positividad de las mismas, así como el tipo de variantes que circulan.

En una segunda fase se activará la Red Centinela de vigilancia de enfermedades respiratorias agudas, para formas leves en Atención Primaria y para graves en hospitales, recurso que en la región está plenamente desarrollado desde el pasado mes de octubre.

Por otro lado, la Consejería de Sanidad va a normalizar los circuitos asistenciales dentro de los centros sanitarios. De manera progresiva, se van a suprimir los controles de entrada en los centros de salud y hospitales, manteniendo el uso adecuado de mascarilla para el acceso, permitiéndose los acompañamientos y visitas con carácter general. Además, se revisarán los circuitos COVID y no COVID en los centros sanitarios para mantener la separación solo por motivos de estructura y tipo de pacientes.

Por otro lado, la Consejería de Sanidad actualizará algunas de las medidas vigentes frente al COVID, mediante una próxima Orden del consejero que permitirá el consumo de bebida y comida en los eventos y espectáculos públicos en los que el público asista de pie, como conciertos en espacios multiusos, y también se podrá volver a consumir en las zonas destinadas a pistas de baile. Salvo en el momento del consumo de comidas y bebidas, el uso de la mascarilla en esas situaciones de momento seguirá siendo obligatorio.

Asimismo, la Comunidad de Madrid va a proponer al Ministerio de Sanidad que se excluyan las indicaciones de la distancia de seguridad de 1,5 metros como medida de prevención en todos los entornos, incluido en los centros de trabajo, siendo necesario el mantenimiento de una ventilación adecuada y el lavado de manos.