Al igual que Alcalá, acogería a los evacuados de la Central de Trillo

El Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara ha aprobado por unanimidad un Plan de Actuación Municipal ante una Emergencia Nuclear. Este documento, presentado por el concejal de Seguridad, Chema Antón, establece un marco estratégico para la preparación de la ciudad ante posibles emergencias relacionadas con riesgos nucleares. La aprobación de este plan refuerza el compromiso del Gobierno municipal con la seguridad de la población.

El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Guadalajara, Chema Antón, ha presentado el contenido de “este documento estratégico que consolida la preparación de la ciudad ante posibles escenarios vinculados a riesgos nucleares y que, además, refuerza el compromiso del Gobierno municipal con la seguridad”.

“Hasta ahora, ningún equipo de Gobierno se había ocupado de esta cuestión, pero para nosotros es prioritario estar preparados ante cualquier situación de emergencia. Este plan es una herramienta fundamental para la prevención, la coordinación interinstitucional y la protección efectiva de la población. Con su aprobación, ya son cuatro los planes de emergencia que hemos puesto en marcha en este mandato, reforzando la seguridad de Guadalajara ante cualquier riesgo”, ha destacado Chema Antón.

El plan representa un avance significativo en la modernización y actualización de los protocolos municipales. Antón subrayó que la seguridad es un ámbito que requiere constante revisión y mejora. La aprobación de este plan se suma a otros tres planes de emergencia que se han implementado durante el actual mandato, lo que demuestra un esfuerzo continuo por reforzar la seguridad en Guadalajara ante diversos riesgos.

Uno de los aspectos centrales del plan es la designación de Guadalajara como Área Base de Recepción Social. Esta figura reconoce la capacidad de la ciudad para acoger y atender a la población evacuada de los municipios cercanos a las centrales nucleares de José Cabrera (Zorita) y Trillo.

Guadalajara cuenta con más de 50,000 metros cuadrados en instalaciones deportivas y centros educativos, así como más de 1,000 camas en alojamientos, lo que la posiciona estratégicamente para responder a una emergencia. La ubicación de la ciudad permite garantizar la seguridad y, al mismo tiempo, una respuesta rápida y eficaz.

El plan detalla los procedimientos a seguir en caso de que se active la llegada de evacuados. Se establecen fases de preparación y activación:

Fase de Preparación: Activación del CECOPAL (Centro de Coordinación de Emergencias), convocatoria del Comité Municipal de Emergencias y acondicionamiento de los espacios destinados a albergue.

Fase de Activación: Incluye la gestión del tráfico, la recepción de autobuses, la organización de suministros esenciales (alimentos, agua, abrigo, higiene, etc.) y la atención sanitaria y psicológica.

Antón enfatizó que cada paso está claramente definido para evitar incertidumbres, ya que la rapidez y claridad en la actuación son fundamentales en una emergencia nuclear.

El documento establece una estructura organizativa precisa para afrontar una emergencia nuclear, que incluye grupos operativos especializados:

Grupo de Orden: Encargado de la Policía Local.

Grupo Sanitario: Coordinado con el SESCAM (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha).

Grupo de Apoyo Logístico de Protección Civil.

Grupo de Apoyo Técnico de Bomberos.

Grupo de Información: Responsable de la comunicación oficial y atención a las familias.

Antón subrayó que mantener a la población bien informada es tan crucial como la respuesta operativa. La información será clara, verificada y centralizada en el CECOPAL para evitar rumores y garantizar mensajes coherentes.