Si los vecinos no las pagan, no habrá fiestas patronales

Los vecinos del municipio madrileño de Los Santos de la Humosa, situado al este de la Comunidad, viven estos días con preocupación la posibilidad de que se suspendan por primera vez en su historia sus fiestas patronales debido a la falta de presupuesto.

Según denuncia el nuevo alcalde de la localidad, el socialista José Ignacio Fernández, tras su llegada al Consistorio empezaron a desplegarse cifras de deuda acumulada que llegaron a alcanzar 1.800.000 euros que deben a proveedores y empresarios.

"Han sido 12 años de mandato popular y sabemos que aquí han entrado grandes cantidades de dinero, pero no sabemos dónde han ido", ha asegurado.

La deuda principal contraída por el Ayuntamiento es con la empresa Gas Natural Fenosa que les proporciona el alumbrado y con la encargada de la recogida de basura, a la que, según el alcalde se le debe "80.000 euros".

Desde el Consistorio se afirma que "no se pueden afrontar estos pagos" y el alcalde denuncia que "en enero se recibió una anualidad de 100.000 euros y en junio no quedaba nada", además añade que el anterior alcalde gastó "18.000 euros en una guía para el ciudadano que usó en su campaña electoral".

Tan crítica es la situación, según el primer edil, que el pueblo no puede afrontar los pagos ni de sus deudas ni de sus propias fiestas populares, que deberían celebrarse el próximo 8 de septiembre. El concejal de Festejos, Marco Antonio Chinarro, añade que "aquí se debe dinero a todo el mundo" y que las deudas se ha pagado "tarde, mal y nunca".

Asimismo, Chinarro ha planteado una de las soluciones a las que se llegaron en la asamblea vecinal que tuvo lugar desde que se comunicó la suspensión de los festejos. "Hemos pensado volver un poco a lo antiguo, cobrarle las fiestas a los vecinos para no dejar al pueblo sin fiesta", explicó, ya que no quieren ser los primeros "que dejen al pueblo sin festejos".

Los fondos necesarios para no suspender la celebración provendrían de una recaudación voluntaria entre la gente del pueblo. El Ayuntamiento se comprometió a llevar a cabo las gestiones de los festejos si los vecinos estuvieran dispuestos a sufragarlos y se fijó un presupuesto máximo de 25.000 euros, lo que saldría a unos "50 euros por ciudadano", según el concejal. Además, Chinarro ha aclarado que "se ha creado una junta para conformar una Comisión de festejos y que las asociaciones del pueblo ayuden a recaudar".

En el pueblo se nota la cautela a la hora de hablar del tema, pero existe una disyuntiva sobre si se debería invertir el dinero de los vecinos en las fiestas o si debería destinarse a otras cosas más necesarias.

Ángela, vecina del pueblo, opina que "le parece mal" que se suspendan las fiestas", porque "se perdería la tradición". Ante el posible pago voluntario de las celebraciones, Ángela "posiblemente" pagaría por conservarlas.

Miguel, otro vecino, se queja de la situación y asegura que llevan  "muchos años contribuyendo y no se sabe dónde está el dinero". Por su parte, Cristina, también residente en el municipio madrileño, se muestra más optimista y afirma que "no cree que se vayan a quedar sin fiestas", pero a la vez "imagina" que se puede haber "despilfarrado".

El Ayuntamiento ya ha presentado un reclamación a la Intervención General del Estado y están a la espera de respuesta sobre si se investigará la situación, pero desde el pueblo ya se ha propuesto invertir en una auditoría para que controle las cuentas de la localidad.