Tras conocer el resultado de la prueba de ADN, el juez decretó prisión provisional

Parece que la aparición de ADN del nicaragüense Albin Díaz en el cuerpo de la sanfernandina Arancha ha sido concluyente para que de un vuelco total a la investigación. Así, semana y media después de que el Tribunal le dejase en libertad por falta de pruebas, este miércoles se decretaba la prisión provisional durante un plazo de seis meses contra el único acusado de la muerte de la española en Costa Rica.

En concreto, tras recibir los resultados de las pruebas de ADN el juzgado decretó el ingreso en prisión al detectar riesgo de fuga, riesgo de agresión contra testigos y “la magnitud del daño causado”. Precisamente sobre este último punto se pronunciaba el fiscal de Pococí, afirmando que lo ocurrido puede tener “una afectación posible en el ámbito económico porque sabemos que el mayor sustento de las personas en Tortuguero es el turismo y con este hecho se da un mensaje de inseguridad”.

Por ello, el fiscal pide penas superiores a los cincuenta años de cárcel para Díaz. Y es que, además de la agresión contra Arancha, se investiga otra presunta agresión ocurrida horas antes en la misma playa. Según esta investigación, las personas presentes en el bar de Tortuguero donde ocurrieron los hechos impidieron que se consumase la agresión, si bien la víctima no presentó denuncia.