10
Sep
2018
El argandeño Francisco de Manuel se convierte en triunfador de la Feria Imprimir
Zona Este - Arganda del Rey
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Foto cedida por Ayuntamiento de ArgandaCortó tres orejas en la última tarde de novilladas

Francisco de Manuel resultó profeta en su tierra al cortar tres orejas de forma brillante en una tarde en la que se colgó el cartel de “No hay billetes”. Cuajó una muy buena faena al primero de su lote, de la ganadería de Fernando Peña, en un cartel compartido con los novilleros Pablo Mora y Marcos.

Francisco de Manuel no lo tuvo fácil para cortar la oreja al primero que le tocó en suerte, de nombre “Escardador”, que resultó ser un novillo peligroso ante el que Francisco de Manuel fue cuajando una buena faena poco a poco. Empezó muy bien con el capote y, en especial, con tres pares de banderillas que puso él mismo en todo lo alto, en la cruz del novillo. En la muleta, “Escardador” hizo por buscarle, lo que consiguió propinando un revolcón sin mayores consecuencias a Francisco de Manuel. Remató con una estocada entera, aunque trasera, que acabó con el astado. A petición del público, la Presidencia otorgó la oreja. Con su segundo, con el que cerró plaza, se desató la locura. Una faena completa desde los inicios, y con un tercio de banderillas que provocó el delirio de los argandeños. Mostró su torería al esperar de rodillas en la muleta, con la que hizo parar el tiempo en la “Función” de Arganda del Rey. Estocada certera con la que derribó al segundo de su lote. A petición del respetable, una vuelta al ruedo para su oponente.

Abrió plaza Pablo Mora, con el novillo de nombre “Bigotudo”, negro mulato y cuatreño que resultó justo de fuerzas y bronco al punto de desarmar en varias ocasiones a Pablo Mora, que intentó cuajar una faena voluntariosa que en algunos momentos mereció algunos aplausos. Aunque remató con una buena estocada, esta se fue soltando y se vio obligado a recurrir a varios descabellos para acabar con “Bigotudo”. Final de faena y silencio. En el cuarto de la tarde, el novillero madrileño realizó una faena anodina tanto por parte del novillo, de nombre “Alumbradero”, como del novillero que tan solo cuajó alguna tanda aceptable en el toreo con la muleta. Una estocada algo trasera, pero certera, acabó con el astado. Marcos fue despedido de la plaza con tímidos aplausos.

El segundo novillero de la terna, Marcos, tuvo que bregar duro con el primero de su lote de nombre “Casposo”, que resultó como su nombre indica un toro manso que se dolió en varas, motivo por el cual Marcos tuvo que poner mucho de su parte para realizar una faena voluntariosa, que remató con estocada y descabello. Al final se llevó la ovación del público, en reconocimiento a que estuvo por encima de un novillo imposible. Al último de su lote, llamado “General”, Marcos trenzó una faena vistosa, de menos a más. Vuelta al ruedo de Marcos a petición del respetable.