18
Oct
2020
16 detenidos en tres macrooperaciones en la Cañada tras protestas vecinales Imprimir
Zona Este - Rivas Vaciamadrid
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Foto cedida por CAMLos vecinos del Sector 6 cortaron la A-3 y montaron barricadas después de que la compañía les cortase la luz por consumo excesivo

Esta semana pasada no ha sido, precisamente, tranquila en la Cañada Real Galiana, pues una revuelta vecinal terminaba con tres macrorredadas que acababan con 16 personas detenidas acusadas de cultivar marihuana en el Sector 6, dentro del término de Vallecas

La protesta comenzaba en la tarde del martes, cuando los vecinos, después de pasar quince días sin luz por decisión de Naturgy, empresa encargada del suministro en la barriada, que cortaba el suministro a más de cien familias alegando cunsumos excesivos de hasta un 500% por encima de lo contratado. Según la empresa, estos datos eran consecuencia de los enganches ilegales y de las plantaciones de marihuana de la zona, por lo que decidían cortar por lo sano.

La respuesta de los vecinos no se hacía esperar, y tras dos días de protestas pacíficas, el martes montaban barricadas y se enfrentaban a la Policía exigiendo la reanudación inmediata del servicio. Al día siguiente las protestas fueron a más, llegando incluso a cortar durante media hora la A-3 y quemando neumáticos, lo que provocaba la intervención de los antidisturbios .

Con los ánimos cada vez más caldeados, la Policía lanzaba, al día siguiente la Operación Cóndor, una macrorredada dirigida por la UDYCO que se saldaba con once detenidos y ocho plantaciones de marihuana desmanteladas.

Al día siguiente, otra operación, esta vez de la Policía de Vallecas, terminaba con otros tres detenidos, y el viernes, el incendio de una chabola provocaba otra operación que dejaba siete plantaciones desmanteladas en trece registros, también dirigidos desde Vallecas. Este último operativo terminaba con la detención de dos personas del conocido clan de los Brunos.

Y es que ahora mismo la Cañada es un auténtico polvorín, con los vecinos alumbrándose con velas y hogueras, sin poder ducharse, y teniendo que tirar la comida al no funcionar las neveras. Pero las consecuencias más serias son sanitarias: los vecinos no reciben los SMS de citas médicas ni de servicios sociales, y, según explican, los respiradores de algunos mayores han dejado de funcionar.