20
Sep
2021
Rivas reciclará por completo las cápsulas de café Imprimir
Zona Este - Rivas Vaciamadrid
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Foto cedida por Ayuntamiento de RivasFirman un convenio con Nestlé para reutilizar el aluminio y el plástico; y convertir los posos en compost

Una cápsula de café puede tardar hasta 500 años en descomponerse, por el aluminio y plástico del que está hecho el escueto recipiente. Preocupada por el impacto ambiental que generan estos envases monodosis, la empresa municipal Rivamadrid ha firmado un convenio con la compañía Nestlé para que las cápsulas que la ciudadanía deposita en los puntos limpios del municipio tengan una gestión sostenible posterior.

El acuerdo tiene una vigencia de cuatro años y no acarrea ningún coste para el Ayuntamiento. El resultado es la creación de un circuito sostenible: el aluminio y plástico se reutilizan como materia prima para producir otros productos, como bicicletas, estuches de reloj o navajas suizas. Y los posos de café que perduran en las cápsulas se transforman en compost que alimentan luego los arrozales del delta del Ebro, en Tarragona.

Esta iniciativa se integra en el Plan de Economía Circular activado por Rivas en 2020. Además del beneficio ambiental, existe otro de tipo social: la entidad encargada del transporte de las cápsulas a plantas especializadas es Otro Tiempo Otro Planeta, que emplea a mujeres víctimas de violencia machista o en riesgo de exclusión social.

En Rivas, las vecinas y vecinos pueden depositar las cápsulas en una amplia red municipal de puntos limpios: los dos fijos de las calles de la Fundición y de Severo Ochoa, los tres de proximidad (en las inmediaciones de los dos polideportivos y en la plaza Pau Casals, en el barrio de Covibar) y los ocho mini puntos (junto a las tres estaciones de metro, la plaza de la Constitución y los colegios Victoria Kent, José Iturzaeta, Dulce Chacón y Jarama).

Se trata de ubicaciones estratégicas que facilitan a la ciudadanía el traslado de materiales reciclables aprovechando desplazamientos cotidianos, como puede ser la recogida de hijas e hijos en el cole o la visita a instalaciones deportivas.

Una vez depositadas las cápsulas en los ocho mini puntos limpios o los tres de proximidad, los servicios municipales de Rivamadrid las recogen y trasladan a los dos puntos limpios fijos. Allí se separan las unidades de aluminio y las de plástico. Y emprenden el viaje a una planta especializada para revivir en una bicicleta o un estuche.

“De un residuo que se genera en la ciudad, el Ayuntamiento y Rivamadrid se preocupan de su correcta gestión medioambiental sin coste económico para las arcas municipales”, explica la concejala de Transición Ecológica y consejera de Rivamadrid, Vanesa Millán.