El SEPRONA imputa a cinco personas por un delito de hurto

Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Seprona, recuperaban hace unos días 35.122 kilos de acero en una chatarrería de San Fernando pertenecientes a segmentos de vía de tren que habían sido robados, tal y como contaba la Benemérita en un comunicado.

La investigación se inició el pasado mes de septiembre, durante el transcurso de una inspección a una empresa gestora de residuos ubicada en el municipio sanfernandino, cuando agentes de la Guardia Civil, observaron varios montones de chatarra donde podía verse segmentos de lo que pudieran ser viales de tren.

De forma paralela, los agentes recopilaron denuncias y noticias donde el tráfico ferroviario había sufrido algún tipo de incidencia debido al hurto de viales, especialmente en Villaverde y Ciempozuelos, contactando con la empresa encargada del mantenimiento de las mismas para que los reconociera.

Una vez localizados los citados segmentos en diferentes puntos de almacenaje, se procedió a separar los mismos de la chatarra, realizando tres pesajes distintos de 7.580 kilogramos, 10.320 kilogramos y 17.312 kilogramos de acero.

Después de seleccionar debidamente el material, los investigadores centraron sus esfuerzos en identificar a los presuntos autores de los hurtos, realizando un estudio pormenorizado de toda la documentación existente en la citada empresa. Los efectivos del Seprona, además, vieron que muchos viales estaban marcados con numeración de puntos kilométricos y con la referencia de la empresa de mantenimiento.

El pasado mes de noviembre, se logró localizar a los presuntos autores, siendo investigados por su presunta implicación en un delito de hurto. Los encausados son españoles, las receptadoras son dos mujeres de 26 y 29 años respectivamente y los autores de las sustracción tres varones con multitud de antecedentes por hechos similares con edades comprendidas entre los 25 y los 48 años. Según fuentes de la investigación, los autores se dedicaban a cortar las vías del tren para trocearlas y venderlas como chatarra a la empresa sanfernandina.