Según los vecinos, presentaba posible Síndrome de Diógenes

El terrible incendio que sacudía la localidad de Aranjuez en la noche  del jueves dejaba una historia mucho más compleja de lo que parecía en un principio, pues si bien el incendio fue accidental, se produjo cuando la víctima, y único ocupante de la vivienda, un hombre de 61 años, se quedó dormido en el salón con un cigarro encendido en la boca.

Todo apunta a que al caer el cigarro prendió rapidamente sobre la enorme cantidad de enseres que acumulaba el anciano, lo que hizo que las llamas se extendieran por todo el salón.

Y es que, según apuntaban los vecinos, el hombre podía sufrir principio de Síndrome de Diógenes no diagnosticado, al acumular gran cantidad de enseres dentro de su casa,  lo que ya había provocado las quejas de los vecinos.