08
Jul
2016
El Pleno de Morata pide el Nobel para el padre Ángel Imprimir
Zona Este - Morata de Tajuña
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Foto cedida por Ayuntamiento de MorataAprobado en la última sesión

El Pleno del Ayuntamiento de Morata de Tajuña aprobó, con los votos a favor del PSOE y del PP y la abstención de los concejales de Izquierda Unida, una moción de apoyo a la candidatura del padre Ángel al premio Nobel de la Paz.

Los grupos políticos valoraron la gran labor del padre Ángel al frente de la organización Mensajeros de la Paz, así como su implicación con la localidad, que es su segunda residencia, y su estrecha relación con el Consistorio. Por su parte, el Grupo municipal de Izquierda Unida se abstuvo, al considerar que el premio Nobel de la Paz “no tiene ninguna legitimidad”.

“Es una de las personas que más ha luchado por la gente más desfavorecida. Los motivos que le mueven son la paz y la solidaridad”, destacó el alcalde de Morata, Ángel Sánchez, quién mantiene una relación de amistad con el sacerdote y que se mostró muy satisfecho de que la propuesta de su grupo municipal haya salido adelante.

La moción, a propuesta del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, recoge el entusiasmo de un edil de la cercana localidad de Fuentidueña de Tajo, que el pasado sábado comenzó una campaña de firmas en la plataforma digital Change.org, que ya suma más de 12.500 firmantes, algunos muy famosos como las periodistas Ana Rosa Quintana y Anne Igartiburu o la modelo Nieves Álvarez.

Un mensajero de la paz

Conocido como padre Ángel, Ángel García Rodríguez ya recogió en 1994 el premio Príncipe de Asturias de la Concordia por la labor de su organización Mensajeros de la Paz, que fundó en 1962. Desde entonces, su entrega con las familias más desfavorecidas, especialmente los niños y los ancianos, no ha dejado indiferente a nadie.

En la actualidad, Mensajeros de la Paz tiene programas de ayuda y asistencia en más de 50 países, gracias a 4.200 voluntarios y a una plantilla de 3.900 trabajadores, el 92% mujeres, que se encargan de los comedores sociales, del cuidado de los cerca de 12.000 ancianos de las residencias que gestiona la organización o de los más de 50.000 niños y jóvenes que en estos años han acudido a sus casas de familia en busca de alimentos, protección y un futuro mejor.