El chico, de 17 años, tocó con la cabeza en la catenaria del tren

Los selfies son una moda, cuanto menos, peligrosa, y si no que se lo digan al chico que ayer sufría una descarga eléctrica en Coslada cuando se hacía uno subido en lo alto de un vagón de tren, tal y como contaba el 112.

Todo ocurría a las doce y media de la mañana, cuando el chico, de 17 años, y acompañado por un amigo, entraba en el centro de clasificación que tiene Renfe en Vicálvaro entre los municipios de Coslada y Madrid.

El menor decidía subirse a un vagón cisterna para hacer fotos, y tocaba con la cabeza en la catenaria que pasaba por encima, lo que le provocaba una descarga eléctrica que lo lanzaba desde cuatro metros de altura y lo dejaba entre dos vagones.

Rápidamente los servicios de emergencia se ponían en marcha, rescatándole los bomberos antes de que el SUMMA le atendiese. Sin perder la consciencia, el chico era trasladado al Hospital de La Paz donde ingresaba en estado grave, si bien su vida no corre peligro.