El comando carpetera, responsable de la expulsión de Giuls para que no interfiera en la relación entre Kristian y Sonia

La puerta de Gran Hermano se abre para recibir…. Por fín, después de nueve largos meses de sequía televisiva, Mercedes Milá repitió una de las frases míticas del concurso, y lo hizo para recibir a la primera expulsada de la edición: Giuls Tortella, que salió de la casa tras estar nominada con su inseparable Raky y uno de los apoyos de Lorena, Argi.

Giuls estrenaba, además, la sala de expulsiones abandonando la casa de una forma vertiginosa: entró en la rueda de concursantes y fue sustituida por el nuevo fichaje del programa, el italiano Edoardo.

La pequeña Giuls, suiza afincada en Ibiza, se convirtió en una de las protagonistas de una semana tremendamente aburrida en la casa de Guadalix. Tan sólo unas horas después de ser nominada, se acercó a Kristian, el Pelocho, que no tuvo problema en dejarse querer, justo hasta la aparición estelar de Sonia, dentista, y canaria, que va camino de convertirse en la Noemí Merino de esta edición.

Y es que todo apunta a que Giuls abandonó la casa precisamente por formar parte del triángulo que comenzó a formarse en pleno día de San Valentín. En concreto, el comando carpetera, que  llevó hasta la mismísima final a Noemí, como más uno, podría estar detrás de una expulsión no vista con buenos ojos desde Telecinco, que intentó, por todos los medios, dar mayor protagonismo a Raky y Giuls que a Argi para conseguir su expulsión.

Pero al final la que entró en el plató de Gran Hermano 14 fue Giuls, si bien es cierto que pasada la una y cuarto de la madrugada, y para hacer una entrevista en la que no se abordó absolutamente ninguno de los temas polémicos, como su relación con Kristian, o el masaje a Ozil. Probablemente el programa piense que conviene guardarse alguna baza para el primer Debate que presentará Frank Blanco y que, por aquello de que la cadena no cinfía en el recambio, estará acompañado, al menos en la primera noche por Mercedes Milá.