02
Jul
2020
Madrid baja el paro en junio mientras España lo aumenta Imprimir
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Foto cedida por CAM5.107 desempleados más en un mes históricamente expansivo

El paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha aumentado en 5.107 personas respecto al mes anterior. Supone un incremento del 0,1% que profundiza en la tendencia de ralentización del ritmo de crecimiento del desempleo que se inició en el mes de mayo.

En el aumento del desempleo repercute, de manera significativa, apartado de los demandantes "sin empleo anterior". 14.781 personas, el 48% del total de las que se han registrado bajo este epígrafe en todo el territorio, lo han hecho en la Comunidad Valenciana para optar a la oferta pública de empleo como "auxiliar planes de contingencia playas COVID- 19" que requería la inscripción en las oficinas del SEPE como requisito. Sin esta circunstancia excepcional, el paro registrado habría descendido en unas 9.000 personas. El total de personas paradas inscritas en las oficinas del SEPE ascienden a 3.862.883.

Se reduce el paro en todos los sectores excepto en la agricultura. El desempleo cae, sobre todo, en el sector servicios, con 27.319 parados inscritos menos; de manera significativa en la construcción, con 15.927 desempleados inscritos menos, más del triple de caída del año anterior y También se reduce en la industria, con 7.770 desempleados inscritos menos.

La agricultura suma 25.342 personas paradas más, como viene siendo habitual en el mes de junio, por la finalización de la campaña de la fruta. El 71% de este incremento se concentra en Andalucía. El paro femenino continúa aumentando, con 24.240 mujeres más en las listas del paro. El paro masculino, por el contrario, se reduce en 19.133 desempleados inscritos menos.

El paro se ha reducido en diez comunidades autónomas: Asturias, Aragón, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Extremadura y Galicia. El paro registrado por sectores, excluyendo el sector primario, se redujo en 51.016 personas.

En el mes de junio se acelera el ritmo de crecimiento de la contratación y se han firmado 308.985 contratos más que en mayo, hasta un total de 1.159.602. La contratación acumulada en los primeros seis meses de 2020 ha alcanzado la cifra de 7.299.478. En junio de 2020 se han registrado 114.393 contratos de trabajo de carácter indefinido. Representan el 9,9% de todos los contratos.

Los contratos indefinidos del mes de junio se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 66.593 a tiempo completo y 47.800 a tiempo parcial. El resto de contratos, hasta completar el total de 1.159.602 del mes de junio de 2020, son 4.947 de carácter formativo y 1.040.262 de otro tipo de contratos temporales. Dentro de este último grupo destacan: Obra o Servicio Determinado (de jornada a tiempo completo) con el 32,11% del total de todos los contratos, seguido de Eventuales por Circunstancia de la Producción (de jornada a tiempo completo) con el 25,88%. Los contratos temporales con jornada a tiempo parcial suponen el 27,09%.

En el mes de mayo, se alcanzó el nivel máximo de protección del SEPE que dio cobertura a casi 6 millones de personas, con un total de 5.986.864 prestaciones gestionadas.

Este elevado nivel de prestaciones es el resultado de sumar las prestaciones que cobraban las personas que ya estaban en desempleo antes de la crisis sanitaria, las que perdieron su empleo desde entonces y, sobre todo, a las personas que están en Expedientes de Regulación Temporal de empleo (ERTE).

En el mes de mayo el SEPE pagó en prestaciones 5.526 millones de euros, de los que 3.318 millones se dedicaron a pagar prestaciones por ERTE y 2.208 millones a prestaciones por desempleo, tanto en el nivel contributivo como en el asistencial.

En junio, el número medio de afiliados a la Seguridad Social se situó en 18.624.337 personas, lo que representa un aumento de 68.208 cotizantes respecto a la media de mayo (un 0,37% más). Se registra por segundo mes consecutivo un incremento en la cifra de ocupados tras el desplome ocasionado por la pandemia por COVID-19.

El dato desestacionalizado -uno de los indicadores más exactos para valorar el comportamiento del empleo- vuelve a sumar ocupados en junio, en concreto, 29.447 personas. Se trata del primer incremento tras los descensos registrados en los tres meses anteriores.

El número de personas afiliadas a la Seguridad Social a día 30 fue de 18.484.270, lo que supone que el sistema registró un descenso de 99.906 desde el inicio a final de mes (la mayor caída se produjo el último día del mes: -161.500).

En los últimos 12 meses, el Sistema ha perdido 893.360 afiliados (-4,58%). De esta cifra, 847.650 corresponden al Régimen General, que experimenta un descenso del 5,24%. Además, el Sistema Especial Agrario ha visto disminuir en 27.761 sus afiliados, mientras que el Sistema Especial Empleados Hogar, en 31.234. El Régimen General conjunto registra un retroceso de los cotizantes del 5,24%.

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, por su parte, registró 41.348 personas menos (-1,26%) en comparación con junio de 2019. Además, el Régimen del Mar disminuye en 4.188 ocupados (6,23%) y el Carbón decrece en 176 afiliados, que supone una caída del 12,7%.

En junio, el número medio de afiliados registró un aumento de 68.208 ocupados con respecto a la media de mayo (0,37%), cifra similar a la anotada en junio de 2019 cuando se incorporaron 75.584 ocupados. Esto supone que la afiliación se incrementa por segundo mes consecutivo desde el impacto de la pandemia por COVID-19. En marzo se registró un retroceso de 243.469 personas afiliadas y en abril, de 548.093.

Como ya se indicó al comienzo, hay que destacar el dato desestacionalizado de afiliación que en junio volvió a incorporar ocupados, 29.447, lo que contrasta con las pérdidas que se registraron en marzo (-356.703), abril (-691.054) y mayo (-70.790).

El mes pasado creció la afiliación mensual en todos los regímenes de la Seguridad Social, con la excepción del R.E. del Carbón. El Régimen General, cuya tasa aumentó de media respecto a mayo un 0,28%, registró un incremento de 42.728 afiliados hasta los 15.314.801. El S.E. Agrario, sin embargo, marcó un descenso de cotizantes del 5,26%, es decir, 41.596 afiliados menos. También bajó la ocupación en el SE Hogar, en 208 personas (-0,06%).

Si consideramos el Régimen General en sentido estricto -sin Agrario ni Hogar- se anotó un aumento de 84.532 afiliados (0,60%) que situó el total en 14.190.767.

Por sectores, en el Régimen General, destacó el crecimiento en la Construcción, con 40.383 afiliados más (lo que supone una subida del 5,04% intermensual; en Comercio, con 26.709 más (1,15%), Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, que suma 22.610 afiliados (1,88%) y Hostelería, con 20.653 afiliados más (1,82%). La Industria Manufacturera también ha sumado 10.614 afiliados (0,59%).

En sentido contrario, la bajada más acusada correspondió al sector de Educación que pierde 45.396 afiliados coincidiendo con el final de curso, cifra inferior a la registrada en el mismo mes de 2019. También el S.E. Agrario registra un descenso en 41.596 ocupados que coincide con la finalización de algunas campañas agrícolas.

El Régimen de Autónomos contó con 3.245.252 afiliados medios, tras un aumento de 24.345 (0,76%), una subida que casi triplica la correspondiente a junio de 2019 (8.745) y el Régimen del Mar registró 63.082 ocupados, 1.137 más que en mayo (1,84%). Finalmente, el Carbón se situó en 1.201 afiliados medios (-4).

Por último, entre los días 1 y 30 de junio, el saldo en la afiliación fue sin embargo negativo, con 99.906 afiliados menos, aunque hay que señalar que, como se indicó en el comienzo de la nota, la mayor pérdida correspondió al último día del mes de junio: 161.500 afiliados menos. Hasta un día antes de acabar el mes la evolución de la afiliación mostraba una progresión positiva.

Si atendemos al detalle en la evolución de los afiliados en junio (del día 1 al 30), por actividades económicas, cabe señalar el comportamiento de Comercio (26.998 afiliados más, un 1,16%), Construcción (15.212, un 1,86%) y de la Industria Manufacturera (11.057, es decir, un aumento del 0,62%).

En cuanto a los ERTE, desde el 30 de abril, es decir, desde el inicio de mayo, han salido 1,56 millones de afiliados. En el último mes, 1,17 millones de trabajadores han abandonado esta situación. De estos, 1,059 millones de trabajadores han abandonado en junio la situación de ERTE de Fuerza Mayor.

La Comunidad de Madrid cerró el pasado mes de junio con 2.161 desempleados menos que en mayo, una cifra que empiezan a reflejar la vuelta a la actividad económica y laboral en la región tras las peores semanas de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social señalan que en el mes recién terminado el paro bajó un 0,5% en la comparativa intermensual, lo que sitúa el número total de desempleados de la región en 417.198 personas. Sin embargo, en los últimos doce meses el paro se incrementó en 82.596 personas (+24,7%).

En cuanto a los datos nacionales, y al contrario que en la Comunidad, en junio el paro subió en España en 5.107 personas (+0,1%) respecto a mayo, lo que deja un total de 3.862.883 desempleados. En términos interanuales, en España hay 847.197 parados más que hace doce meses (+28,1%). Como en los meses anteriores, ni los datos regionales ni los nacionales recogen el número de trabajadores que están todavía incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que no suponen en ningún caso el fin de la relación laboral con la empresa que los presenta, aunque los afectados accedan de manera temporal a la prestación por desempleo.

Desglosando los datos intermensuales de la región, las cifras de paro se reducen en todos los sectores de actividad, especialmente en construcción (1.664 desempleados menos, -5%) y servicios (1.017 personas, -0,3%), pero también en la industria (122 desempleados menos, -0,5%) y en la agricultura y pesca (cinco desempleados menos, -0,2%). Por su parte, el colectivo de personas sin empleo anterior registra 647 nuevos parados (+2,7%).

También se producen descensos moderados del desempleo entre las personas con estudios de Secundaria (2.091 parados menos, -1,1%) y Primaria (474 parados menos, -0,3%), aunque sube el paro entre los trabajadores con formación universitaria y de tercer ciclo (404 parados más, +0,5%). Por edades, el mayor descenso del paro llega entre los menores de 25 años (2.566 parados menos, -7,6%), mientras que sube en 1.011 personas (+0,5%) entre los mayores de 45 años. Además, el paro bajó entre los hombres (4.471 parados menos,
-2,5%) y subió entre las mujeres (2.310 paradas más, +1%).

También la contratación refleja la mayor actividad registrada en el último mes. En junio se firmaron 125.245 contratos, un 51,8% más que en mayo, de los que 23.389 fueron indefinidos (un 58% más que en el mes anterior).

En cuanto a los datos de la Seguridad Social, en junio el número de afiliaciones en alta bajó en 4.824 personas (-0,15%) respecto a mayo, lo que deja el número medio de afiliados en la región en 3.128.660 personas. En los últimos doce meses el descenso de la afiliación en la Comunidad de Madrid es de 116.005 personas (-3,6%). El conjunto del país gana en junio 68.208 afiliados (+0,4%) respecto al mes anterior, pero pierde 893.361 afiliados (-4,6%) en  la comparativa interanual. El número medio de afiliados nacional se sitúa en
18.624.337 personas.

Por último, el número de autónomos afiliados en la Comunidad de Madrid crece en 2.798 personas (+0,7%) respecto al pasado mes de mayo. Esta subida, relacionada también con el retorno a la actividad, deja el número de autónomos de la región en 401.484, el 12,4% del total nacional (3.245.252).

El paro aumentó en la ciudad de Madrid en el mes de junio en 668 personas, lo que supone un 0,3 % respecto al mes de mayo. El pasado mes, el número total de desempleados se situó en 202.644 personas, siendo los sectores más perjudicados por la crisis sanitaria de la COVID-19 las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento y la hostelería.

En términos interanuales, estas cifras muestran que el paro creció un 27,2 % en la ciudad (43.289 parados más) con respecto al mes de junio de 2019, no contabilizándose en estos datos los empleados acogidos a los ERTE puestos en marcha con motivo de la pandemia. En este sentido, el número de trabajadores amparados por expedientes de regulación de empleo de carácter temporal han aumentado en 228.571 respecto al mes de marzo pero han disminuido en 10.016 con respecto al mes de mayo.

Por sectores, el paro aumentó en mayor medida en junio en las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (55,6 %) seguidas de la hostelería (45,8 %).

Por género, se han visto más perjudicados los hombres que las mujeres, registrando el paro masculino un 30,7 % más que en el mes de junio de 2019, frente al 24,5% del sector femenino.

Para la secretaria de Empleo de CCOO de Madrid, Eva Pérez, los datos de este mes “permiten tener cierto optimismo dentro de la preocupación. Optimismo porque a medida que se recupera la movilidad, se recupera parte de la actividad económica y el empleo”.

Respecto al trimestre pasado la situación de Madrid mejora, pero todavía con datos peores que los que teníamos hace solo un año, sobre todo en desempleo, con 82.600 parados más. “Por lo tanto, – añade Pérez – no basta con la recuperación de la actividad, es necesaria una acción política para reactivar la economía sobre bases diferentes a las que ha puesto en marcha el Gobierno regional, poniendo como elemento central de esa recuperación el empleo”.

Como denuncia CCOO Madrid, el Gobierno regional parece tener una sola idea para revitalizar la economía madrileña que es poner más suelo a disposición de la construcción. La apuesta del gobierno de Ayuso es insuficiente y raquítica, sobredimensiona la actividad en un sector y estrangula el crecimiento en otros sectores.

Madrid, teniendo niveles de formación muy altos de la población trabajadora y el efecto de la capitalidad, centros universitarios e investigadores, tiene que apostar por desarrollar otros sectores: una industria autónoma y capaz de responder a las necesidades de la región, impulso a la digitalización, otro modelo de turismo y de oferta cultural y más servicios públicos, especialmente en aquellos que se han demostrado esenciales (educación, sanidad, dependencia, cuidados y servicios a las personas desempleadas), una apuesta por la sostenibilidad ambiental.

“Recuperar la normalidad no tiene que significar recuperar y repetir errores del pasado No nos basta con estar a la cabeza de las regiones ricas de España, si lideramos también los niveles de desigualdad y precariedad y no ponemos a las personas y el empleo en el centro”, explica la responsable sindical.

La recuperación de la actividad se sigue notando sobre todo en el número de personas en ERTE que se ha reducido en un mes un mes en 191.106, dejando a 346.125 todavía con medidas de suspensión temporal. Paralelamente no se ha incrementado el paro, sino que se ha reducido 2.160 personas, como resultado del crecimiento de contratación en servicios y construcción. Los contratos han pasado han pasado de 82.500 el mes anterior a 125.245 este último mes. La afiliación a la Seguridad Social da el dato negativo de este mes, con casi 5.000 afiliaciones menos. El mercado de trabajo madrileño afronta un tercer trimestre mirando a la recuperación de la actividad y el empleo perdido en el segundo, aunque todavía se sitúa muy por detrás de los datos de junio de hace un año.

La recuperación de la normalidad y la movilidad está suponiendo que muchas empresas madrileñas retomen la actividad. Ya en el mes de mayo el número de personas en ERTE se redujo en 30.000 personas. Este mes de junio ha vuelto a reducirse el número de personas afectadas por la suspensión temporal del empleo en 191.106. Es claramente un dato de recuperación de la actividad, aunque todavía quedan en situación de ERTE, casi 350.000 personas, mayoritariamente en ERTE de fuerza mayor. Los ERTES siguen siendo una medida de para proteger el empleo y frenar el crecimiento del paro. La prolongación de esta medida hasta pasado el verano es una oportunidad para aquellos sectores que no han podido retomar la actividad de seguir manteniendo el empleo.

Además hay que valorar positivamente que la finalización de los ERTES para más de 200.000 personas en estos últimos dos meses, no haya supuesto un incremento del desempleo. Al contrario, el paro ha bajado muy ligeramente en junio, en 2.160 personas. Todos los sectores (salvo el grupo de personas paradas sin empleo anterior) han reducido el desempleo, aunque los sectores que más han contribuido han sido construcción y servicios. Sin embargo, la cifra de paro, que queda en 417.199 personas, de ellas casi 240.000 mujeres, nos sitúa en un contexto complicado, con 82.000 personas en paro más que hace un año.

En la contratación de nuevo se produce un incremento respecto al mes anterior con más de 125.000 contratos, un crecimiento de más del 50% en un mes. Pero que suponen la mitad de los firmados en junio de hace un año. Además de los contratos firmados, el 81% han sido contratos temporales. La Seguridad Social en cambio nos deja un dato negativo, con una pérdida de casi 5.000 afiliaciones.

Respecto a las prestaciones, en el mes de mayo (que es el dato conocido hoy) se vuelve a registrar una nueva cifra histórica, con 705.556 personas beneficiarias y un gasto de más 794 millones de euros.

De las 705.556 personas beneficiarias, 617.000 fueron prestaciones contributivas y 88.000 de prestaciones no contributivas. Este importante incremento de las prestaciones por desempleo se debe a los ERTES, por lo que es necesario separar este dato. En mayo estaban percibiendo prestación por ERTE 474.000 personas. Si excluimos ese dato, el número de beneficiarios de prestación por desempleo en el mes de mayo sería de 231.500. Es decir, desde enero, se ha incrementado el número de personas en paro (excluidos los ERTES) que perciben una prestación por desempleo en un 25%. Pero el número de personas demandantes de empleo sin ocupación (que incluye personas paradas, demandantes no ocupados o personas con demandas especiales) era de 450.000, por lo que sigue habiendo en Madrid una cifra de más de 200.000 personas paradas sin prestación. Este elemento de vulnerabilidad y desigualdad se mantiene antes y después del COVID y es una de las asignaturas pendientes de abordar para no agravar la brecha social y las situaciones de pobreza.