Resultados de una encuesta

La vuelta a clase es sinónimo de reencuentro con los amigos e inquietud por las novedades del curso. Lamentablemente, para algunos niños y niñas también supone enfrentarse a situaciones de acoso por parte de otros alumnos.

Según el IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos realizado por la Fundación Mutua Madrileña y ANAR, el 24,4% del alumnado cree que hay alguien en su clase que sufre bullying. Su aspecto físico y lo que hace o dice son los motivos más comunes para meterse con la víctima y los insultos, motes o burlas las formas de acoso más repetidas.

Frente a un caso de acoso escolar, la Fundación ANAR anima a señalarlo y no justificarlo ni normalizarlo pidiendo ayuda a un adulto tanto si se es víctima como espectador. Cinco de cada diez alumnos preguntados por la Fundación creen que los compañeros han reaccionado frente a una situación de bullying.

En casa, las familias tienen un papel determinante a la hora de educar a sus hijos e hijas en el respeto a los demás, fomentando la empatía y la solidaridad. Crear un clima de confianza y comunicación en el hogar es esencial, así como reforzar la autoestima de los pequeños.

Si los padres sospechan que sus hijos pueden estar sufriendo un episodio de violencia en el colegio deben hablar con el menor cuanto antes y ponerlo en conocimiento del centro. En el caso de que este lo niegue pero existan indicios claros como marcas o rasguños o un cambio relevante en su actitud, pueden recurrir a la tecnología para asegurarse. Los relojes inteligentes como el SaveWatch+ de la empresa española SaveFamily tienen una función que permite escuchar lo que ocurre alrededor del niño.

“Es una función muy útil si el niño está asustado y no quiere compartir su preocupación con nadie”, explica Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily. Si los padres sospechan que el abuso transcurre al salir de clase, pueden conectarse en ese momento a través de la app vinculada con el reloj y escuchar y ver lo que ocurre a su alrededor, así pueden asegurarse antes de emprender las acciones necesarias para solucionarlo. “Ni las imágenes ni los audios recogidos por el reloj quedan grabados, pero hemos vivido casos reales de familias que han identificado abusos gracias a nuestros relojes”, afirma Jorge Álvarez.

Estos relojes con geolocalización incluyen también un botón SOS que llama a tres contactos preseleccionados de la agenda cuando se mantiene pulsado durante cinco segundos. “Si en algún momento el niño se encuentra desbordado o teme por su integridad física puede contactar con sus padres a través del reloj y pedir ayuda”, añade el CEO de SaveFamily. “Además, el dispositivo no da muestras de estar conectado en remoto, así el niño no queda en evidencia frente a los posibles agresores”.