06
Feb
2017
Agenda Madrid: Chema Madoz, Abierto X Obras e Impacto Imprimir
Lente de Aumento - Metrónomo
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridMiriam Iscla representa un monólogo en el Teatro Español

El Teatro Español acoge del 9 al 26 de febrero Mujer no reeducable, un monólogo escrito por el autor italiano Stefano Massini, dirigido por Lluís Pasqual y protagonizado por la actriz catalana Miriam Iscla. Tras cosechar un gran éxito en el Teatre Lliure, donde abrió y cerró la temporada 2015/ 2016, llega por primera vez a Madrid en su versión en castellano.

La pieza, que fue reconocida con el Premio Butaca 2016 a Mejor Montaje de pequeño formato, se basa en la figura de la periodista y activista rusa Anna Politkóvskaya, reconocida por su oposición al conflicto checheno y al presidente Vladímir Putin, definida por el mismo Kremlin como “no reeducable” y que fue  asesinada en 2006.

A partir de diferentes textos, como artículos, entrevistas y correspondencia, Massini construye un retrato de los horrores de la guerra, de la violencia de un régimen autoritario y del coraje de una mujer comprometida personal y profesionalmente. Mujer no reeducable, según el Teatro Lluire es “un descenso a los infiernos y una reflexión sobre la libertad de prensa y el oficio de periodista”.

El dramaturgo y director italiano, Stefano Massini, escribió este texto en 2007, un año después del asesinato de la periodista, con el que recibió numerosos reconocimientos, además de ponerse en escena en múltiples ciudades europeas.

Por su parte, Lluís Pasqual, reconocido director de escena que actualmente está al cargo del Teatre Lliure, afirma que al leerlo, le pareció que este monólogo tenía el rostro y la voz de Miriam Iscla, cuya interpretación de Anna Politkóvskaya ha sido unánimemente aclamada por crítica y público en Barcelona. La intérprete cuenta con una trayectoria de casi treinta años en teatro y televisión, además de fundadora de la compañía T de Teatre y de haber desarrollado también la faceta de escritora y guionista.

Además el pasado jueves, 9 de febrero, se abrió al público en el Centro Cultural Conde Duque, dependiente del Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, la muestra El viajero inmóvil, de Chema Madoz (Madrid, 1958), Premio Nacional de Fotografía en el año 2000, en la que el artista muestra su personal mirada de Asturias.

La exposición se enmarca en la iniciativa de mecenazgo "Miradas de Asturias", promovida por la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Su propósito es crear un fondo de obra inédita inspirado en Asturias y sus gentes a través de la mirada de fotógrafos galardonados con el Premio Nacional de Fotografía, invitados especialmente cada año a participar.

Anteriormente, y como parte de esta iniciativa, han presentado su obra en el Centro Cultural Conde Duque, Alberto García Alix, José Manuel Ballester, Ouka Lele y Joan Fontcuberta.

En esta ocasión, fruto del trabajo de Madoz, se expondrán en el Centro Cultural Conde Duque un total de 34 fotografías inéditas, todas ellas copias únicas. La muestra viajará posteriormente al Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo), donde se podrá visitar a partir del mes de mayo.

Para Chema Madoz el punto de partida habitual de su trabajo es la manipulación de las imágenes y los objetos cotidianos con la intención de descubrir nuevos aspectos de sus capacidades simbólicas. Sin embargo, en El viajero inmóvil, Madoz ha tenido que realizar el trayecto inverso: esta vez no son los objetos y sus significantes libres los que tienen la palabra, sino que es la propia idea de Asturias la que se convierte en el objeto a observar y definir.

Utilizando la representación icónica, el fotógrafo consigue conectar la observación del pequeño territorio con sus representaciones poéticas que van y vuelven de la pura abstracción a lo concreto, empleando para ello, como es consustancial a su trabajo, el sentido del humor. En palabras del comisario del proyecto, Borja Casani, “el mirar Asturias requiere, desde la perspectiva y los modos de hacer de Madoz, convertir la realidad de su espacio geográfico, sus costumbres y sus gentes, en una abstracción”. Para ello el fotógrafo “nos propone un viaje inmóvil, pues para la realización del trabajo no necesita desplazarse al lugar concreto. Se trata de viajar por la imaginación para descubrir los elementos conceptuales que conforman la idea de una Asturias de la mente”.

Con motivo de la muestra, la Fundación editará un catálogo con textos de Borja Casani y Juan Bonilla, en el que se incluirá la serie completa de fotografías, así como un cuadernillo de dibujos con algunos de los bocetos preliminares realizados por Chema Madoz durante la preparación de este proyecto.

Chema Madoz (Madrid, 1958) desarrolla, durante los primeros años 80, estudios de Historia en la Universidad Complutense, que compagina con su formación fotográfica en diferentes cursos y escuelas de Madrid.

Realiza su primera exposición en 1985. A principios de los años 90, sus imágenes poseen ya un lenguaje definido y personal. Su mundo se centra en la presencia insólita y poética de los objetos que selecciona y dispone en escenarios íntimos, construidos por él mismo. En su obra –próxima a la poesía visual, la pintura y la escultura–, los objetos descontextualizados se trascienden a sí mismos y enseñan algo que se oculta a una mirada ordinaria. Son metáforas fotográficas, juegos visuales, objetos dispuestos a sorprender y provocar al espectador pues, tras su apariencia habitual, revelan una singularidad que nos remite a una asociación inesperada.

En sus fotos la realidad resulta cuestionada e invita al espectador a la observación, la reflexión y a descubrir la poesía oculta de los objetos. Además del Premio Nacional de Fotografía, Madoz ha recibido el Premio Kodak (1991), Premio PHotoEspaña (2000), Premio Bartolomé Ros (2010), Premio “Overseas” Higasikawa, Japón (2000). Autor destacado en la Bienal de Houston (2000).

Ha realizado numerosas exposiciones individuales en galerías y museos, entre las que destacan: Galería Elvira González, Galería Moriarty, Madrid; Galería Joan Prats, Barcelona; Yossi Milo, Nueva York; Galería OMR, México; Lisa Sette Gallery, Arizona; Galería Esther Woerdehoff, París; Galería PDNB, Dallas; Galería 111, Lisboa.

También en museos como el Museo Nacional Reina Sofía, Madrid; Centro Galego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela; Museo de Bellas Artes de Buenos Aires; Kiasma Museum de Helsinki; Netherland Photomuseum de Róterdam; Hermitage Museum de Kazan; Multimedia Art Museum de Moscú; Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile; Museum Für Angewandtekunst de Frankfurt; Museet for Fotokunst de Dinamarca; los Encuentros de Fotografía de Arlés, Francia; y en instituciones como la Fundación Telefónica de Madrid, la Fundación Joan Miró de Mallorca, la Fundación La Pedrera de Barcelona, o el CCBB de Río de Janeiro.

“Miradas de Asturias” es una iniciativa de largo recorrido de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson para promover, desde el mecenazgo, la creación de un fondo de obra inédita inspirada en Asturias y sus gentes, a partir de la visión íntima y personal de prestigiosos fotógrafos invitados. Con un respeto absoluto por su libertad creativa, la actividad genera una ambiciosa dinámica, materializada por la singular mirada de destacados fotógrafos, todos ellos Premio Nacional de Fotografía.

Un proyecto de mecenazgo único en España por su dimensión, libertad creativa y solidez, que se consolida en 2017 tras cinco años de trayectoria. En pasadas ediciones han participado los fotógrafos Alberto García-Alix, José Manuel Ballester, Ouka Leele y Joan Fontcuberta dando lugar a proyectos muy diferentes, al igual que cada uno de los artistas que lo protagonizan.

La Fundación María Cristina Masaveu Peterson es una fundación española privada sin ánimo de lucro, creada en 2006 por Mª Cristina Masaveu Peterson con la vocación de impulsar, dentro de la tradición de mecenazgo y patrocinio de la Casa Masaveu, la cultura, la formación e investigación en España y en especial en Asturias.

A través de sus 10 años de historia, la Fundación Mª Cristina Masaveu Peterson ha venido desarrollado una intensa actividad cultural en diferentes ámbitos, así como una amplia labor de mecenazgo, impulsada tanto a través de su colección de arte contemporáneo como de su ambicioso programa expositivo “Miradas de Asturias”.

Desde marzo de 2013, la Fundación Mª Cristina Masaveu Peterson es, además, la gestora de la Colección Masaveu, uno de los fondos artísticos privados más importantes de España.

El viajero inmóvil – Chema Madoz

Del 9 de febrero al 16 de abril - en horario de 10 a 14 y de 17.30 a 21 horas, de martes a sábado, y los domingos de 10.30 a 14 horas

Por otra parte, hoy viernes 10 de febrero, a las 17:30 horas, se presentan en CentroCentro Cibeles los resultados del proyecto ¿A qué huele el tiempo?, de la creadora Susana Cámara Leret, del estudio holandés Thought Collider, incluido en el programa de residencias de creadores-educadores Levadura que organiza el Ayuntamiento de Madrid, en coproducción con la Fundación Banco Santander.

¿A qué huele el tiempo? ha sido desarrollado durante cuatro semanas junto con 54 alumnos de segundo de primaria del colegio Nuestra Señora de la Fuencisla. Es una propuesta inspirada en los hipervínculos del olor, que investiga planteamientos ecológicos en la construcción de espacios y relaciones con el medio ambiente, inspirados en las experiencias olfativas de los niños. Los olores están en todas partes y como “datos sensibles” codifican prácticas y experiencias diarias. En este sentido, el reencuentro con un olor conocido supone un viaje en el tiempo, reviviendo experiencias pasadas y generando simulaciones futuras de lo ya vivido. Dado el vínculo anatómico del sistema olfativo con la parte “primitiva” del cerebro humano, las asociaciones que establecemos con los olores están además dotadas de un carácter emocional. Por este motivo, el olor juega un papel clave en la formación de la memoria emocional, en la identidad y en la comunicación social.

Los alumnos han trabajado con 25 moléculas encontradas en olores de entornos naturales y artificiales. Las moléculas pueden componer varios olores, sin embargo nuestras experiencias son las que las dotan de sentido. De esta manera, una misma molécula comunica peligro a las hormigas coloradas, significando para los humanos con su olor a plátano, comida. Inspirados por la comunicación no verbal de las hormigas, los niños se han introducido en el mundo del olor mediante un proceso de experimentación sensorial, usando el olfato –y la nariz– como herramienta creativa y de comunicación.

Recordando “oliendo”, han empleado el dibujo para explorar y representar el vínculo entre el olor y la memoria, registrando sus recuerdos olfativos y abordando el concepto de diversidad mediante su intercambio. La experiencia holística de los olores, como “datos sensibles” que codifican prácticas y espacios, derivó en el reconocimiento sensorial de espacios de su colegio –el comedor, la clase, dirección, el gimnasio, etc.– surgiendo relaciones imprevistas en la identidad olfativa de cada lugar, relacionadas con la descontextualización de los olores. Aprendiendo, “oliendo”, procedieron finalmente a construir “mensajes olfativos”, manipulando el olor como material de creación, para imaginar y comunicar distintas narrativas inspiradas en sus experiencias y conocimientos sensoriales.

Los dibujos, prototipos y narrativas olfativas generadas durante este proceso se expondrán en la 5ª planta de CentroCentro Cibeles, como fragmentos derivados de un viaje en el tiempo, entendiendo los recuerdos olfativos de los niños a su vez como repositorios futuros mediante los cuales se insinúan distintas maneras de sentir Madrid.

Levadura es un programa educativo de residencias para creadores-educadores que introduce en el aula de primaria proyectos creativos donde el niño es el protagonista, en el que participan también Matadero Madrid, Medialab-Prado y Conde Duque, además de CentroCentro.

Tras el éxito internacional cosechado a su paso por el aclamado Festival de Flamenco de Nîmes y la Bienal de Flamenco de Holanda, Rocío Molina regresa a España con su última creación, “Caída del cielo”, que el Teatro Español acogerá los días 16, 17 y 18 de febrero.

La pieza, que se estrenó el pasado noviembre en el Teatro Nacional de Chaillot en París, del que Molina es artista asociada, recala por primera vez en nuestro país, acompañada en escena por algunos de sus músicos habituales y con la codirección artística de su también frecuente colaborador y cómplice Carlos Marquerie.

“Caída del cielo” es un espectáculo rompedor que aúna vanguardia y tradición flamenca en una explosiva exhibición de baile; una propuesta que indaga en el cuerpo de la mujer, sus raíces y sus entrañas, colisionando con otras maneras de entender la escena y otros lenguajes, en una expresión sin domesticar. Esta obra es un viaje, un tránsito, un descenso. Desde un cuerpo en equilibrio a un cuerpo que celebra ser mujer, inmerso en el sentido trágico de la fiesta.

Caída del cielo comienza su gestación en el verano de 2015. Es un trabajo de equipo coproducido junto al Teatro Nacional de Chaillot para el que ha contado con el autor, director e iluminador Carlos Marquerie, la bailarina y coreógrafa Elena Córdoba, los músicos Eduardo Trassierra, Pablo Martín Jones, José Ángel Carmona y José Manuel Ramos “Oruco”, y la diseñadora de vestuario Cecilia Molano.

Rocío Molina es una de nuestras bailaoras y coreógrafas más reconocidas nacional e  internacionalmente. Con solo 26 años recibió el Premio Nacional de Danza por “su aportación a la renovación del arte flamenco y su versatilidad y fuerza como intérprete capaz de manejar con libertad y valentía los más diversos registros”. Artista precoz y coreógrafa iconoclasta, Rocío Molina ha acuñado un lenguaje propio cimentado en la tradición reinventada de un flamenco que respeta sus esencias y se abraza a las vanguardias.

A sus 32 años ha firmado ya doce creaciones propias: “Entre paredes” (2006), “El eterno retorno” (2006), “Almario” (2007),  “Danzaora y venática” (2011), “Afectos” (2012), “Bosque Ardora” (2014) y “Caída del cielo (2016)”, entre otras,  con las que ha recorrido grandes teatros y festivales, como el Barbican Center de Londres, el New York City Center, el Esplanade de Singapur o el Bunkamura de Tokio; y templos del flamenco como la Bienal de Sevilla y el Festival de Jerez, por citar solo algunos.

Colaboradora habitual de grandes figuras del flamenco nacional, como María Pagés, Miguel Poveda, Pastora Galván, Manuel Liñán, Manuela Carrasco o Antonio Canales, y de figuras de la creación escénica contemporánea como Carlos Marquerie, Mateo Feijóo y Sébastien Ramírez, su búsqueda artística ha sido reconocida con un gran número de premios dentro y fuera de España, además de granjearse el apoyo unánime de la crítica nacional e internacional -“Una de las mejores bailaoras de flamenco que jamás haya visto” (The New York Times)-.

“Vi Caída del cielo en Girona, en el Festival de Temporada Alta, en noviembre de 2016. Conocía a Rocío Molina y sabía que este nuevo espectáculo me gustaría. Pues no es la palabra. Me dejó boquiabierta, impresionada. Es un espectáculo de una calidad extraordinaria, un viaje que te abduce y te hace reír, te emociona, te lleva y te trae por todo su recorrido haciéndote olvidar la realidad durante el tiempo de su duración. Lleno de magia, de imágenes muy comprensibles que te llegan al corazón, lleno de poesía, de humor y siempre lleno de contenido”, asegura Carme Portaceli.

Portaceli añade: “cuando lo vi, acabada de ser nombrada directora del Teatro Español, supe que quería a Rocío y su gente en nuestro teatro, en la Plaza de Santa Ana, en el teatro más antiguo del mundo, en Madrid. En nuestra programación de puertas abiertas, de hospitalidad con mayúsculas, Rocío Molina no podía quedar fuera: excelencia artística, rigor, trabajo bien hecho y un discurso convincente que mezcla la tradición del flamenco con la danza contemporánea, las artes plásticas, la música, el lenguaje del siglo XXI, un ejemplo de Teatro completo. De lo que nos gusta”.

Matadero Madrid inaugura hoy viernes 10 de febrero, a las 19 horas, Visita guiada, una intervención site specific que ha realizado Elena Alonso (Madrid, 1981) para el programa Abierto x Obras, que tiene lugar en la antigua cámara frigorífica del que fue el matadero de Legazpi. La propuesta de la artista parte de la idea de encontrarnos en una cámara aislada, donde no existe apenas comunicación entre el interior y el exterior, y del concepto de conservación, que ha estado ligado a este espacio a lo largo de su historia.

Tras sucesivas visitas a la nave, la artista comenzó a fijarse en toda la información visual que había quedado plasmada en paredes y techos. Lo que más llamó su atención fueron una serie de agujeros repartidos por la cubierta de las naves laterales, clausurados en la última reforma.

La intervención propone un recorrido por la nave utilizando como guía un pasamanos. Una línea trazada en el plano como un dibujo, que en esta ocasión toma forma escultórica. Su elaboración con distintos materiales, como madera, cemento, corcho, escayola pintada o cobre, pone de manifiesto el interés de la artista por la artesanía y el diseño, y ofrecen al visitante el deleite a la vista y al tacto de los materiales trabajados.

En la penumbra de la nave se encuentra esta particular guía que nos lleva a descubrir una nueva perspectiva del espacio. Los agujeros han sido reabiertos, por ellos entra la luz y se vislumbra otra galería superior, antes oculta a la mirada del visitante.

En esta intervención artística hallamos un juego de contrastes, de impedimentos y de posibilidades. En cierta manera, recuerda a las cuevas visitables donde el recorrido nos va mostrando la particular geomorfología que conserva en su ambiente antes estático. En este caso, la cuidada elaboración del pasamanos contrasta con la brutalidad del espacio.

El pasamanos es a su vez una guía y una barrera, una línea que sortea y adorna la arquitectura de la nave. Una pieza que podemos ver y tocar, y que nos lleva a descubrir un lugar inesperado sobre nuestras cabezas, pero que sólo podemos llegar a entrever desde la distancia.

Elena Alonso (Madrid, 1981) Licenciada en Bellas Artes y Máster en Arte, Creación e Investigación por la Universidad Complutense de Madrid, ha realizado también estudios en Suecia y Helsinki. Desarrolla su trabajo principalmente mediante el dibujo, relacionándolo con otras disciplinas como la arquitectura, la artesanía o el diseño, y prestando especial atención a las problemáticas vinculadas a la afectividad con el entorno. Ha expuesto de forma individual en el Museo ABC (El espacio alrededor, 2016); Espacio Valverde (Canto Blando, 2016; Composición de lugar, 2014; La tapadera, 2012); en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid (2011); y en la Cable Factory de Helsinki (Paredes de piel, 2007).

Abierto x Obras, en Matadero Madrid, es un programa de intervenciones site specific que invita a artistas a realizar una pieza de nueva producción incentivando el carácter experimental de la creación contemporánea a través de planteamientos que exploran la relación entre el arte y el lugar que lo acoge, la antigua cámara frigorífica del Matadero. Una sala de más de 800 metros cuadrados que todavía conserva su aspecto original y las huellas de un incendio sucedido en los años 90. Un espacio característico por su estructura diáfana de arcos volados y columnas. Desde 2007, Abierto x Obras ha acogido las intervenciones de artistas como Daniel Canogar, Jannis Kounnellis, Román Signer, Carlos Garaicoa, Fernando Sánchez Castillo, Jordi Colomer, Los Carpinteros, Cristina Lucas, Eugenio Ampudia o Darya von Berner,  entre otros. Visita guiada en Abierto x Obras de MATADERO MADRID: Del 10 de febrero al 30 de julio de 2017. De martes a viernes de 16 a 21 horas. Sábados, domingos y festivos de 11 a 21 horas. Entrada libre.

Por otra parte, el pasado 4 de febrero se inauguró en el Teatro Amaya, de Madrid, la exposición de pintura "Impacto", de la mallorquina Natalia Bestard. Al acto asistieron medio centenar de personas, entre galeristas, periodistas, decoradores, amigos y allegados. Hasta el 16 de marzo los amantes de este arte podrán disfrutar de las historias que hay detrás de la pintura de esta joven artista. Natalia Bestard es una pintora incansable y perfeccionista, que durante muchos años ha combinado el trabajo en una ONG y su pasión por la pintura, con un mismo enfoque: su fuerza creativa que es, sin duda, su propia huella...

Hace unos meses decidió realizar un cambio en sus perspectivas profesionales y personales, alejándose de su vida en Mallorca para materializar un sueño: enseñar al mundo su amor por la pintura. Su nueva obra "Impacto" hace referencia a lo que ha supuesto en su interior abandonar sus raíces, su rutina, su círculo de confort... para emprender una apasionante aventura, comenzando de cero, y adentrarse en lo que da sentido a su vida: la pintura. Bestard define su obra como "pasional, sensual, cercana, sentimental... en definitiva, un torbellino de emociones para quien la interpreta independientemente cual sea la mirada". Entusiasmo. Creatividad. Colores intensos, colores vivos...

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha visitado la I Exposición de Pintura Municipal, Las Miradas de Nuestro Madrid. Esta muestra recoge 50 obras realizadas por funcionarios y trabajadores municipales, que ofrecen sus distintas visiones de la ciudad a través de la pintura.

En su recorrido de hoy, la alcaldesa ha contemplado los cuadros que conforman esta exposición y ha mostrado su satisfacción por esta iniciativa. “He visto aquí mucha belleza y muchísimo cariño por Madrid y eso me parece lo más importante, porque los trabajadores públicos del Ayuntamiento de Madrid estamos al servicio de Madrid y sus ciudadanos”, ha declarado Carmena. También ha charlado con los artistas presentes y les ha dedicado unas palabras.

En estas, ha destacado la labor que realizan los funcionarios municipales. “Los funcionarios tenemos que estar constantemente imaginando nuevas maneras de relacionarnos con lo público, con los ciudadanos, con nuestra ciudad, porque formamos un elemento determinante que facilita el que las cosas sean un poquito mejores para la ciudadanía”, ha señalado la alcaldesa.

La exposición Las Miradas de Nuestro Madrid podrá visitarse de manera gratuita hasta el día 26 de febrero en el Centro Cultural Eduardo Úrculo en el horario de 9 a 21.30 horas de lunes a viernes y de 10 a 21.30 horas los sábados.