13
Sep
2012
Setién y la Espada de Damocles Imprimir
Lente de Aumento - Análisis
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Si la comisión de investigación sale adelante, el alcalde de San Fernando puede tener serios problemas

 

Cuenta la leyenda, recogida por Cicerón y Horacio, que un día Damócles, un cortesano del tirano Dioniso II de Siracusa, dijo que éste era afortunado por poseer poder y riquezas. Ante esta afirmación, Dioniso propuso a Damocles intercambiarse por él durante un día, algo que el cortesano aceptó.

Esa misma tarde se celebró un gran banquete en honor a Damócles, en que este disfrutó de todos los beneficios de ser rey. Pero, en un momento determinado decidió alzar la vista y comprobó como sobre su cabeza pendía una afilada espada sujeta tan sólo por un pelo de crin de caballo.

Desde ese momento Damócles perdió todo interés por los manjares y sólo pensaba en el fin del banquete para dejar de sentirse como un rey. Esta pequeña anécdota ha pasado a la historia para simbolizar la situación de aquellos dirigentes que ven como su futuro y su destino dejan de depender exclusivamente de ellos.

Así se debe sentir ahora Julio Setién, tras comprobar cómo, desde el miércoles, la espada que pendía sobre su cabeza, en forma de Plaza de España, perdía sujeción y comienza a peligrar su estabilidad.

Y es que, si la situación ya es grave para el alcalde de San Fernando, puede ponerse mucho peor si, como todo apunta, sale adelante la comisión de investigación sobre el polémico proyecto.

El viaje al pasado de la histórica Plaza puede terminar en Calvario para Setién, pues una comisión de investigación daría visibilidad, durante varios días, a un asunto que el alcalde siempre ha querido mantener en secreto.

El embargo de las casas y de la misma Plaza es una poderosa arma política que puede llevarse por delante, no  solo al alcalde, sino al partido gobernante si no hace limpieza cuanto antes.

La creación de una barrera contra todo lo que significó este proyecto, barrera que, por cierto, ya quedó simbolizada tras el inicio del proceso de liquidación de la empresa el pasado junio,  es la única oportunidad que tiene Izquierda Unida de mantener el poder en uno de los pocos bastiones que le quedan, aunque eso pasa, sin duda, por dejar caer la espada sobre la cabeza de Julio Setién.