26
Sep
2011
Cien días después Alcala: Oposiciones, salarios y una nueva era Imprimir
Lente de Aumento - Análisis
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

El 11 de junio los nuevos Ayuntamientos elegían a sus alcaldes, abriendo una nueva legislatura municipal. La tradición política habla de que, desde ese momento, se abre un periodo de cien días de gracia. Cien días en los que la oposición no debería criticar ni atacar para dejar gobernar al nuevo alcalde. Ni que decir tiene que los actuales políticos no saben lo que es este periodo de cortesía, y llevan atacando a los nuevos gobiernos casi desde el primer día. Si lo hubieran respetado, ahora sería el momento de hacer balance de cómo avanza la legislatura en sus tres primeros meses, y eso es exactamente lo que vamos a hacer…

Las elecciones municipales dejaron un resultado sorprendente en la localidad complutense. Por primera vez, después de doce años, el Partido Popular no conseguía la mayoría absoluta y se enfrentaba a un serio problema de estabilidad política, tanto es así, que sólo la abstención de UPyD permitió que Bartolomé González comenzase un nuevo mandato.

Pero la inestabilidad política ha dejado un gobierno extremadamente débil, y que sólo se mantendrá mientras no haya un gran pacto de la oposición. Prueba de ello fue lo sucedido en el último Pleno, en el que PSOE, IU y UPyD sacaron adelante las mociones socialistas neutralizando los votos del alcalde. Se abre una nueva era en el Consistorio complutense, aunque aún no se sabe si será la de la negociación, como afirmaba hace unos días el alcalde, o el de un cambio mucho más profundo.

Pero estos cien días han dejado dos asuntos polémicos que han marcado la agenda política de la localidad: la resurrección del escándalo de las oposiciones, y la pelea de todos los partidos con respecto a los salarios municipales.

En pleno mes de julio, y con la gente de vacaciones, la revista Interviú resucitaba un asunto que ya dio que hablar justo antes de las elecciones: las últimas oposiciones municipales estuvieron envueltas en la polémica, pues muchos participantes no estaban de acuerdo con el resultado. La revista del Grupo Z hablaba claramente de “enchufes”  en la adjudicación de las plazas, a lo que el propio alcalde respondía a través de Twitter.

Y es que la red social se ha convertido en uno de los centros de la política complutense. Los plenos se retransmiten a través de tuits, se pueden pedir licencias e información municipal, y hasta debaten sobre temas de actualidad alcalde y oposición. Así no es de extrañar que

Bartolomé González haya conseguido entrar en la lista de los cien políticos españoles que más tuitean.

Pero el asunto más polémico de este inicio de legislatura ha sido el de los sueldos de los políticos, un  tema que comenzaba con una decisión de los concejales de UPyD, y que, a día de hoy, ya ha llegado a la política nacional.

El asunto comenzaba cuando los concejales de UPyD hacían públicas sus nóminas. Desde ese momento una escalada informativa puso contra las cuerdas a todos los políticos, hasta el punto de obligar al alcalde a publicar su sueldo en Twitter, y el importe de sus dietas como Diputado en la Asamblea. Pero aquí no acababa la cosa. UPyD pedía una bajada de sueldo de los concejales, ante lo que todos los demás partidos, excepto España 2000, se enrocaron en la negativa: ahora no toca fue la excusa utilizada para evitar que la moción que obligaría a retratarse a todos llegase al Pleno.

Una moción que no fue la única rechazada. Tampoco se permitió otra para hacer incompatible el puesto de alcalde y de Diputado en la Asamblea, alegando que el Ayuntamiento no era competente. Pero el asunto no quedó aquí, ya que el propio candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se refería hace unos días al asunto, afirmando que buscarían formas para evitar la compatibilidad.

Y en economía, Alcalá ha pedido durante estos cien días un crédito ICO con el que hacer frente a las facturas impagadas a los proveedores municipales, crédito que se aprobaba, pero no completo, pues UPyD y PSOE, en el inicio de un idilio político que no sabemos hasta dónde llegará, dejaban fuera de la moción casi un millón de euros en facturas.