28
Jul
2012
Aguirre lanza un órdago a Rajoy a costa de los medicamentos Imprimir
Lente de Aumento - Análisis
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La nueva tarjeta cumple, aunque solo en Madrid, la promesa del Gobierno

La evidente caída en desgracia de Mariano Rajoy por culpa de los recortes acometidos, y, sobre todo, su forma de gestionarlos, está comenzando a provocar movimientos subterráneos dentro del Partido Popular, máxime cuando ayer mismo no dudaba en hacerse la foto con el presidente andaluz y prometerle que las autonomías no se tocan.

Si días después de la aprobación de los polémicos ajustes algunas voces anunciaban el riesgo de cisma interno del partido, ahora esas críticas, aunque veladas, comienzan a tener nombres y apellidos. El pasado jueves, durante su comparecencia ante la comisión de Bankia, a Rodrigo Rato no le dolieron prendas a la hora de afirmar que la decisión de nacionalización era errónea, y que por eso se fue, poniendo el dedo acusador directamente sobre el Presidente del Gobierno, palabras que recibieron el beneplácito de algún miembro destacado del ejecutivo.

Y en medio de la guerra larvada, Esperanza Aguirre se lanzaba el pasado sábado con un anuncio sorprendente: Madrid creará una tarjeta para pensionistas que evite un sobrepago si exceden los ocho euros de gasto en medicamentos al mes, promesa del Gobierno central que no parecía estar en la agenda poner en marcha.

Y es que el afán recaudador del Gobierno de Rajoy, que ya ha valido otra calificación negativa del FMI, no parecía tener el menor problema en atacar los bolsillos de los pensionistas, sabiendo perfectamente que son los que más medicamentos consumen. Precisamente en esas previsiones, tal y como anunciaba ayer la prensa, está el recorte de diez mil millones de euros en pensiones, que se aprobará en los próximos días. La decisión de Aguirre obliga a Rajoy a dar un paso adelante en la misma dirección so pena de crear un agravio comparativo entre las distintas regiones españolas, y obligando al gobierno central a acercar la catana a otras partidas.

La situación, no obstante, debería evolucionar muy pronto si, como ya se empieza a comentar, el desgaste de Rajoy le obliga a adelantar las elecciones, o peor aún, a poner en marcha un gobierno de coalición con el principal partido de la oposición, algo en lo que ayer se dio un paso de gigante tras la polémica entrevista con Griñán.

La bajada de la prima de hace unos días ha enfriado algo la situación, pero todo el mundo es consciente de que las cosas no andan nada bien en el palacio de la Moncloa, y como muestra un botón: a pesar de su conocida afición por el deporte, el Presidente no fue a la ceremonia de inauguración de los juegos de Londres, donde sí estuvieron los principales mandatarios mundiales. Ante esta situación no es de extrañar que, tanto fuera como dentro, se comiencen a afilar los cuchillos, que deben estar preparados cuando los ciudadanos se enfrenten a la cuesta de septiembre.

Y precisamente en esa lucha la presidenta de Madrid no estará con Rajoy. La alusión de hace unos días a las mamandurrias, junto a la tarjeta para evitar el repago, y la petición al presidente de revisión del marco autonómico sitúan a Aguirre en la oposición interna, que puede convertirse en alternativa interna dentro de unos meses, con la celebración de los Congresos Locales.