La lluvia obligó a celebrar los actos bajo techo

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz; el concejal de Centro, Carlos Segura, y los portavoces de los grupos municipales, ha recibido en la Casa de la Villa a los integrantes de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina y de la Peña del Boquerón, encargados de despedir las fiestas de carnaval organizadas por el Ayuntamiento, que comenzaron el pasado 1 de marzo y se han extendido durante la última semana. El tradicional acto de devolver los disfraces al baúl y enterrar al humilde pescado ha puesto el punto final a esta festividad y el punto de partida para recibir a Doña Cuaresma.

La Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina ha recorrido el Madrid de los Austrias acompañada de la Asociación Comparsa de gigantes y cabezudos de la ciudad de Madrid. Como es tradición, en la Casa de la Villa ha presentado sus respetos al alcalde de Madrid, quien ha reivindicado que “el Madrid moderno, el de las grandes avenidas y el bullicio permanente, no sería nada sin el Madrid de siempre, el de las fiestas populares y las cofradías”. Por ello, el entierro de la sardina es “una de las tradiciones más queridas de esta ciudad” y “un espejo del alma y del corazón de esta villa de Madrid”, así como un reflejo de “un pueblo siempre pronto a la fiesta y a la guasa, que transforma incluso el duelo en jolgorio”.

Por la tarde, el cortejo fúnebre se congregaba a las 18:00 horas para despedir el carnaval frente a la ermita de San Antonio de la Florida. Tras rendir homenaje al cofrade de honor, Francisco de Goya y Lucientes, autor de un lienzo sobre esta tradición, partió hacia la Fuente del Pajarito en la Casa de Campo, donde, con la tradicional quema de la sardina en la hoguera, dijo adiós al carnaval hasta el próximo año.