21
Abr
2017
Metro tuvo más de cinco millones de viajeros durante Semana Santa Imprimir
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Foto cedida por CAMEs un 11% más que el año pasado

El número de viajeros de Metro de Madrid creció un 10,7 por ciento durante la Semana Santa con respecto al mismo periodo del año anterior. En concreto, más de cinco millones de madrileños y turistas viajaron en Metro entre el pasado miércoles 12 de abril y el domingo 16 de abril.

Durante estos cinco días, el mayor número de usuarios se registró el miércoles 12, con 1.566.733 viajeros, lo que supone un incremento del 9,78 por ciento con respecto al Miércoles Santo de 2016. El día en el que se produjo un mayor aumento de viajeros fue el viernes, con un 12,74 por ciento más de viajeros, alcanzando los 862.160 usuarios en la red.

Así, turistas y madrileños han elegido preferentemente el suburbano madrileño para sus desplazamientos relacionados con el ocio, lo que confirma la tendencia alcista en los viajes motivados por el ocio y las compras que registra la compañía desde 2014.

Además, el miércoles 12 fue también el primer día de apertura de la línea 8, tras las obras acometidas por Metro de Madrid para reforzar la estructura de la vía durante los últimos dos meses y medio aproximadamente. Metro adelantó una semana la apertura de la línea con el objetivo de ofrecer nuevamente el servicio a todos aquellos madrileños y turistas que tuvieran que acceder al aeropuerto durante esta época vacacional.

Igualmente, muchos turistas y madrileños eligieron Metro como destino cultural. De este modo, las visitas a los espacios de Andén 0, los museos de Metro de Madrid, se dispararon durante la Semana Santa un 87 por ciento, alcanzando desde el lunes 10 hasta el domingo 16 de abril un total de 3.758 visitas, frente a las 2.000 que reciben habitualmente a la semana. Metro amplió el horario de apertura al público de los tres espacios que conforman su oferta museística (Estación de Chamberí, Nave de Motores en Pacífico y Museo de Caños del Peral en Ópera) durante esta semana, abriendo todos los días. De este modo, reforzó la oferta de ocio y cultural de la Comunidad de Madrid en una época de intensa afluencia turística en la región.

Especialmente significativo fue el aumento en el Museo de Caños del Peral, situado en la estación de Ópera, donde se triplicó el número de visitas hasta superar las 1.500. La Nave de Motores de Pacífico, que fue construida entre 1922 y 1923 e inaugurada en 1924, estuvo en funcionamiento hasta el año 1972. El edificio destaca por la claridad de su concepción, la atención al detalle y la buena ejecución. Las obras de conservación devolvieron su aspecto original a la nave, tanto exterior como interiormente, con lo que la central se recuperó para el público tal y como fue concebida.

La antigua estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro, que fue inaugurada en Madrid en 1919. Se clausuró el 21 de mayo de 1966 tras la decisión de aumentar la longitud de los trenes y ante la imposibilidad de alargar la estación. El diseño, de Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización y por unos acabados sencillos. Chamberí cuenta con una serie de carteles publicitarios que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20 y que son uno de los grandes atractivos de la estación.

En cuanto a Ópera, durante la realización de unas obras de implantación de unos ascensores se decidió hacer un museo con los restos de la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y el Alcantarillado del Arenal. El descubrimiento de estos vestigios se produjo en 1925, durante las obras de construcción del tramo Sol-Quevedo de la Línea 2 y del Ramal Ópera-Norte. Tras su rehabilitación, la estación de Ópera guarda el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden ver restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII.

El acceso a todas las sedes de Andén 0 es gratuito. A través de estos centros, el visitante puede conocer el cambio fundamental que Metro supuso para los habitantes de Madrid y entender la relación especial establecida entre el suburbano y la ciudad, a través del desarrollo tecnológico, la ingeniería, la estética publicitaria o el diseño.