15
May
2017
Carmena y Cifuentes visitaron la Pradera de San Isidro en el Día del Santo Imprimir
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridEl Día de San Isidro terminaba con zarzuela en la Plaza Mayor

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha recorrido la Pradera, ha asistido a la Misa popular y después ha finalizado la jornada, que comenzó a primera hora con el izado de la bandera en la plaza de Colón y con la  entrega de Medallas de Oro de la Ciudad.

Acompañada de la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, y la concejala de Carabanchel, Esther Gómez, Carmena ha vivido como alcaldesa su segundo San Isidro, “un santo que no fue ni guerrero ni mártir ni virgen. Es un Santo de andar por casa. Por patrón tenemos un santo campesino en una ciudad de mucho cemento en la que no se nos tiene que olvidar que en la tierra tenemos nuestras raíces.”

Madrid huele más que nunca a clavel, ganillejas y buen ambiente. La ciudad vive este lunes uno de sus días más grandes e intensos: San Isidro, una jornada que ha arrancado con el izado de bandera en la plaza de Colón y al que ha seguido la entrega de las medallas de Madrid, la máxima distinción que puede hacer la ciudad, una ciudad que en el día de su Patrón acoge cerca de 60 actividades culturales, deportivas, religiosas y festivas.

La alcaldesa Manuela Carmena se ha trasladado desde el izado en los Jardines del Descubrimiento al madrileño parque del Retiro para entregar las Medallas de Oro de Madrid a cuatro personas que, además de haber destacado en sus correspondientes campos, poseen una vinculación especial con la ciudad. Este año los elegidos han sido el músico Rosendo Mercado, la actriz Carmen Machi Arroyo, el deportista Javier Fernández y la Federación de Entidades y Centros para la Integración y Ayuda de Marginados (FACIAM).

“Este acto es muy familiar. Sacamos los álbumes de fotos y nos tomamos después el chocolate con personas corrientes que hacen maravillas”, ha dicho Manuela Carmena refiriéndose a los galardonados, a los que ha agradecido a cada uno de ellos su esfuerzo profesional, su solidaridad y el pasear el nombre de Madrid, ciudad abierta, por el mundo para hacerla más internacional.

FACIAM (Federación de Entidades y Centros para la Integración y Ayuda de Marginados) ha sido distinguida por  su labor de atención desinteresada a las personas que se han visto excluidas de todo apoyo familiar y social. “El Ayuntamiento es casa y es acogida. Hacéis –dijo Manuela Carmena a la entidad- milagros maravillosos con las personas que están por la calle. A veces no tenemos la mirada o el abrazo que ellas necesitan, por eso creemos en la colaboración público-social. Os damos las gracias por ese milagro de todas las noches y de todas las mañanas”.

A continuación fue el patinador olímpico Javier Fernández el que volvió a ponerse hoy una medalla pero esta vez la más madrileña. “Madrid tiene que ser internacional –dijo Carmena. Es una ciudad en la que entra cualquier tipo de vida. Estamos orgullosos de que pasees Madrid por el mundo”.

El discurso más largo, más divertido y con más desparpajo vino de quien está muy acostumbrada a subirse a los escenarios y asomarse a las pantallas televisivas. Carmen Machi recogía el galardón y Manuela Carmena agradecía a la artista “que haya puesto en el pódium esa Aida asistenta, esas mujeres que son la sal y la vida de nuestra ciudad, esas mujeres cuidadoras que tienen un papel decisivo y unas condiciones laborales menores”.

El último en recoger su medalla pero no el menos aplaudido fue el carabanchelero Rosendo, que agradeció a la alcaldesa y a su equipo “la ocurrencia de este disparate”. “Una ciudad que hace del grito su voz en la ciudad que queremos. La que tú haces al cantar, Rosendo. A divertirse que es San Isidro”.

Así acabó el discurso de la alcaldesa en un día que comenzaba bajo la bandera de la plaza de Colón, con el tradicional izado que se viene realizando desde 2002, la jornada “más institucional” finaliza con la asistencia de la alcaldesa a la misa oficiada por el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la pradera de San Isidro.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha asistido al acto solemne de izado de la bandera nacional en los Jardines del Descubrimiento de la plaza de Colón de Madrid. Al acto, celebrado con motivo de la festividad de San Isidro, ha asistido también la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha estado presente en el acto de entrega de las Medallas de Madrid, que este año ha sido concedidas a la Federación de Entidades y Centros para la Integración y Ayuda de Marginados (IACIAM), a la actriz Carmen Machi, al cantante Rosendo Mercado, y al patinador Javier Fernández, que también recibió el pasado 2 de Mayo la Medalla de Oro de la Comunidad.

Cifuentes, que ha tomado asiento junto a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha estado acompañada por los consejeros de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada, y de Sanidad, Jesús Sánchez Martos. El acto se ha celebrado en el Pabellón de los Jardines de Cecilio Rodríguez, en el Retiro.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha visitado la pradera de San Isidro, donde ha asistido a una misa de campaña con motivo de la festividad del patrón de la capital, oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro.

Acompañada por los consejeros de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno, Ángel Garrido; de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada; de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo; y de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, Cifuentes ha visitado la Ermita del Santo y ha saludado a numerosos madrileños que disfrutaban de las fiestas, entre ellos a los miembros de la Agrupación de Madrileños y Amigos los Castizos de Madrid.

En la mañana del día de San Isidro no podían faltar las más arraigadas tradiciones, que los ciudadanos han disfrutado especialmente en la Pradera. También ha habido espacio para iniciativas de nueva generación con espíritu igualmente castizo, como el festival para familias inquietas Pichikids o la llamada a un Madrid más sostenible desde los huertos urbanos.

Han aparecido varias veces por nuestras calles a lo largo de las fiestas y, ayer, día de San Isidro, se despedían hasta el año que viene: los gigantes y cabezudos han vuelto a deleitar a mayores y pequeños en la Pradera en su 50 cumpleaños. Los personajes más alegres de las fiestas han ejercido de comparsa del último pasacalle castizo de San Isidro 2017, cuyo recorrido, que se ha iniciado a las 10 horas, ha ido desde General Ricardos hasta el emblemático Paseo de la Ermita del Santo.

Chotis Fusión, robótica, música y creatividad a raudales para toda la familia. Es lo que viene ofreciendo Pichikids desde las 11 horas en la Nave de Terneras y la explanada multiusos de Madrid Río: un festival para familias inquietas.

Hasta las 19 horas, niños y no tan niños pueden disfrutar de actividades que combinan el espíritu castizo con las siempre originales propuestas de Kideoo Entertainment. El baile madrileño a ritmo de hip hop, momentos didácticos relacionados con la tecnologías y conciertos como el de La Fantástica Banda Plays The Beatles están congregando a un público con ganas de pasar un buen día al aire libre y aprender muchas cosas por el camino.

Madrid cuenta con numerosos huertos englobados en el Programa Municipal de Huertos Urbanos Comunitarios. Este año, con idea de evocar la vinculación de San Isidro a la huerta, nueve de ellos han invitado a los ciudadanos a acercarse a conocerlos en sus jornadas de puertas abiertas.

Por ejemplo, el huerto “Las 40 fanegas” de Chamartín no solo ha enseñado sus proyectos para hacer de Madrid una ciudad más inclusiva y sostenible, sino que además ha preparado un apetitoso taller en el que los niños han aprendido a hacer su propia pasta fresca y de colores.

El lunes 15 de mayo, día de San Isidro, los escenarios más destacados de esta edición 2017 de las fiestas se despedían de los ciudadanos ofreciendo un repaso de lujo de los géneros musicales más arraigados en la tradición madrileña, así como una muestra de los aires más renovadores del sur.

Como colofón de las fiestas de San Isidro 2017 y dentro de la programación para conmemorar el IV Centenario de la plaza, el Teatro de la Zarzuela quiso salir de su sede en la calle Jovellanos y visitar la Plaza Mayor. Y lo hizo de la mano de su telón, el telón del Teatro de la Zarzuela, personificado por el tenor Enrique Viana, que, con mucho humor y algún momento “tierniserio” fue contando anécdotas, entresijos y cotilleos de lo que se ha vivido, y cantado, en este teatro desde su inauguración en 1856.

Miles de personas, entre el público que ocupó la totalidad de los 3.000 asientos dispuestos y el numeroso público que lo presenció de pie en pantallas gigantes, pudieron disfrutar de esta coproducción del Ayuntamiento de Madrid con el Teatro de la Zarzuela, escrita por el propio Enrique Viana, y en la que se realizó una cuidada selección de algunos de los temas más destacados y representativos de algunas de las más famosas zarzuelas, como Doña Francisquita, La Gran Vía o El Barberillo de Lavapiés.

Zarzuela en la calle contó con la participación de los solistas Gurutze Beitia y Axier Sánchez, con el coro del Teatro de la Zarzuela, y su cuerpo de baile de 20 bailarines, con coreografía de Nuria Castejón, y la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la dirección musical del maestro Oliver Díaz.

Aún no se había puesto el sol en Las Vistillas cuando, ante el público más castizo, salía al escenario a ritmo de chotis Mari Pepa de Chamberí, que nos regaló no solo su voz sino la de la recordada Gloria Fuertes, gracias a un repertorio trufado de canciones compuertas al alimón por ambas.

Tras ella, la gran dama del cuplé, Olga María Ramos, recorrió la música ligada a la Villa y Corte en la primera mitad del siglo XX. El triunvirato femenino se completó con La Shica quien, después de haber puesto rap a las sevillanas y pop a la copla, pasa ahora las canciones de sus viajes a Latinoamérica por su personal y aflamencado filtro.

El espectacular escenario de Puerta del Ángel contó con una selección de artistas que representan la última renovación de las raíces del sur. Quentin Gas –acompañado de su madre, la enorme bailaora Concha Vargas- aportó la fusión entre flamenco, rock y psicodelia, mientras que Estricnina –vestidos de astronautas en el arranque de su concierto- y Muchachito cerraron la noche con rumba, risas y recordando mucho a aquel huracán de renovación que dejó el flamenco patas arriba en los años ochenta.