05
Oct
2017
Cibeles y Neptuno se vuelven de carne y hueso en el desfile barroco de Madrid Imprimir
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridCien artistas recorrerán la calle Mayor entre la Plaza de Oriente y la Plaza Mayor

Las celebraciones del IV Centenario de la Plaza Mayor recuperarán el próximo sábado 7 de octubre los desfiles festivos que, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, se celebraban por la calles de la capital con motivo de acontecimientos religiosos, profanos e incluso como homenaje a miembros de la realeza que entraban en Madrid. Fiesta Barroca, nombre que se le ha dado al desfile, arrancará en la Plaza de Oriente y, tras recorrer la calle Mayor, llegará a la Plaza Mayor donde serán recibidos por su majestad el rey, Felipe III.

La Fiesta Barroca forma parte del programa de actividades culturales organizadas por el Ayuntamiento de Madrid para celebrar el IV Centenario de la Plaza Mayor. Una programación especial que busca devolver el protagonismo a la plaza más significativa de la ciudad, contribuir a que recupere su esencia y volver a convertirla en un gran escenario donde suceden los acontecimientos públicos más relevantes.

Cerca de 100 artistas formarán parte de un desfile festivo dedicado a los dioses mitológicos y a los santos patrones de la capital, señas de identidad de los madrileños de la actualidad: Carruajes con Cibeles, Neptuno, Santa María de la Cabeza y San Isidro o la Tarasca del Corpus, entre otras alegorías, participarán en el desfile junto a jinetes, actores, danzantes y músicos ministriles.

Durante dos horas, a partir de las 18:30 horas del sábado 7 de octubre, el público podrá disfrutar de este desfile festivo a lo largo de la calle Mayor y de la gala barroca que tendrá lugar a la llegada de todos los carruajes y participantes a la Plaza Mayor. El propio rey Felipe III, junto a los miembros más destacados de su familia, se encargará de recibir a los integrantes del desfile desde el balcón principal de la Casa de la Panadería.

La compañía Antiqua Escena es la responsable de la escenografía con Juan Sanz Ballesteros como director artístico y la música en directo de los ministriles será interpretada por el  Ensemble La Danserye.

FIESTA BARROCA EN EL MADRID DE LOS AUSTRIAS:

Dioses paganos y santos cristianos.

Diseño de escenografía y carros triunfales: Miguel Ángel Coso Marín y Juan Sanz Ballesteros

Diseño de Vestuario: Pepe Corzo

Coreografía: Jaime Puente

Dirección Musical: Fernando Pérez Varela

Dramaturgia textual: Ana Martín Puigpelat y J. Sanz

Séquitos y figuración: Escuela de Teatro La Lavandería

Realización de escenografía: ANTIQUA ESCENA

Música de ministriles interpretada en directo: LA DANSERYE

Diseño de Carro Tarasca: Andrea D’odorico

Diseño de Pájaros Archimboldos: Delia Piccirilli

Caballos y jinetes: Victoria & Richard Profesional Stunt´s

Dirección artística: Juan Sanz Ballesteros

Participantes del desfile:

JINETES CEREMONIALES

Los jinetes ceremoniales refuerzan la imagen de poder, resistencia, protección y guardianes de ceremonia que desde el siglo XIV se asocian a la simbología de origen religioso como fuerza. Se proyecta al contenido militar de fuerza que acompaña a monarcas añadiendo valor estético a las ceremonias como acompañamiento de honestidad y lealtad.

CARRO PLAZA MAYOR

Símbolo de hegemonía de la Monarquía Hispánica, la Plaza Mayor aparece representada con la alegoría del mundo, globo terráqueo, Orbe planetario, figura de poder absoluto del mundo sobre los hombros de Titán Atlas, y las constelaciones a favor del destino. Este lugar neurálgico, corazón de la monarquía de la cultura y la fe, que Felipe IV ‘el Grande’ ‘el Rey Planeta’ mantuvo en una enérgica política exterior europea hasta su declive.

PÁJAROS ARCIMBOLDOS

Los ciudadanos de Madrid tenían el gusto acostumbrado a los referentes estéticos que las entradas reales y festejos callejeros utilizaban en los desfiles. Entre la maquinaria utilizada se sacaban autómatas articulados; tres pájaros exóticos con movimiento que demuestran el despliegue de magia en la celebración tal y como Baccio del Bianco y Cosme Lotti, ingenieros y escenógrafos, hacían en sus trabajaros al servicio del teatro español en la época de los Austrias. Inspirados en el pintor Arcimboldo, desfilan las aves llegadas de ultramar como pinturas en movimiento para la celebración festiva.

TARASCA DEL CORPUS

La tarasca es una figura simbólica que representa el mal, el pecado. De cuerpo escamado, que recuerda a la serpiente causante del pecado original, cabeza de dragón con cuernos y rabo, recordando el fuego del infierno y el demonio; alas y pies de ave, como modelo de animal erótico, y ubres que centran la atención en el elemento determinante de la feminidad. Animal histriónico exhibido que presenta el horror del pecado.

CARROS DE SAN ISIDRO Y SANTA MARÍA DE LA CABEZA

Lope de Vega escribió una comedia titulada San Isidro labrador de Madrid (1617) aprovechando el reconocimiento y la aceptación que el público ofrecía al popular y milagroso santo. Fue canonizado en 1622 con el reconocimiento de sus milagros en los que la lluvia favorecía a los labradores y una gran fiesta barroca en la plaza Mayor celebró su llegada a los altares. Los ruegos al Santo se representaban con su imagen en procesión. Laico y casado con Santa María de la Cabeza es proclamado patrono de Madrid.

CARRO DE CIBELES

Cibeles, Diosa Madre de la Tierra sirve como modelo del centro de fertilidad en la modernidad que supone la Ciudad de Madrid; aparece rodeada de una comitiva de alegorías para representar la adoración suprema que a la diosa mitológica, poderosa con los animales, se le veneraba.

CARRO DE NEPTUNO

Entre olas, dominando las aguas y mares, sale Neptuno fuerte y potente con seis tritones y sirenas. El dios que gobierna el otro espacio que no es tierra, aquel que nutre los lugares para que la Cuidad tenga la vida del agua.