24
Oct
2016
Piratas Caribeños Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Jesús Hernández Gallardo

 

Son piratas de los mares del sur. La procedencia caribeña les delata, su maestro es Chávez el gordo, pirata venezolano con orejas generosas y cargado de tripa. Este pirata les ha apadrinado con los tesoros del oro negro, muy abundantes y cargados de riquezas por esas latitudes. Estos son los que han llegado al abordaje al centro de la Península Ibérica. El viaje ha sido teledirigido desde Venezuela, como si fuera un barco pelele que ha ido surcando los mares del Caribe y luego todo el Atlántico con vela grande, aprovechando los vientos del noreste, los que le han conducido al comienzo de Europa.

En el puerto de Caracas le despidió con honores el chofer Maduro, heredero del régimen chavista, dando como consigna dejar inoculado el régimen populista por toda Europa, siendo las primeras piedras de toque Grecia y España. En Grecia ya han conseguido hacerse con el poder, aunque ciñéndose a las normativas procedentes de tierras germanas, dominadores de las políticas y economías europeas.

En España se han ido introduciendo gracias a una grieta formada el 15-M, han despuntado los lugartenientes del barco, tales como Monedero, Errejón e Iglesias. Todos ellos enjutos, al contrario que sus maestros caribeños, sobrados en carnes. Aquí han ido haciendo fortuna gracias a su dictadura universitaria, comandando y fomentando el ala de babor de la nave universitaria, llegando a colocar la tibia y el peroné junto a la calavera en la azotea de las facultades. En ese lugar solo se estilaba el rojo, tanto fue el empeño de semejantes filibusteros caribeños, que desembocó en el morado, tomando una tonalidad amoratada en las enseñas de estos bucaneros. Las arremetidas son tan virulentas, existe tanta radicalidad manifestada día a día, que se está oscureciendo, llegando pronto al burdeos, violeta con la intención de llegar al negro, santo y seña de sus orígenes.

Poco a poco han ido hurgando en los estratos del politiqueo español y han conseguido hacerse con un hueco. Todo ello gracias a las numerosas trolas y embustes con las que cautivan a los esclavos de sus doctrinas, prometedoras de todo y con pocos visos de realidad. Son maestros de la cábala, de la santería sangrienta y del embuste más nítido. Tienen a la juvenil piratería española narcotizados con semejantes embustes, dando dinero desde cajas ficticias a todo aquel que dice votarles, las promesas son de órdago a la grande, son artistas, tahúres y truhanes. Se valen de esas artes para sembrar y envalentonar a las tripulaciones de toda España.

Los vientos que de ellos salen impregnan y engañan a los más inocentes e ilusos, tal es el caso de Pedrito el de la rosa, que haciendo caso a Pablo el coleta, casi ha sido capaz de venderse por un plato de lentejas o un asado de bucanero, dejándose llevar por los piratas y los secesionistas, esos de bandera estelada que van a la deriva por no saber ni dónde está el norte de la nave que quieren dejar a flote.

Últimamente están dominados por la cólera, cabreados como monas por sentirse defraudados tras el golpe de timón dado por las milicias constitucionalistas, que han enderezado el rumbo del barco español, fondeando en aguas más transparentes y beneficiosas para la marinería patria. No obstante esto no ha hecho más que empezar, puesto que las hordas piratas siguen sus afilados rumbos, guiados por la más radical de las mareas, prometiendo tormentas, rayos y centellas en forma de manifestantes que harán zarandear en más de una ocasión la nave constitucionalista. Ya se han manifestado en la proa del hemiciclo de la nave parlamentaria, sacando pasquines y enseñas de amplio calado populista, tratando de amedrentar a todo aquel que se acoquine y se apoque.

La luna mira con sus puntas a estribor, no la tienen favorable, es señal de que está en cuarto menguante, momentos en que la navegación pirata cae empicada en derrota. Que dure esta fase y se pueda aliviar la nave española con viento en popa y a toda vela.

 

Jesús Hernández Gallardo

Funcionario del Estado

Torrejón de Ardoz