Jesús Hernández Gallardo

Me va patinando todo el panorama de actualidad oficial. Las noticias que día a día van apareciendo por los rotativos de prensa, las diferentes cadenas de televisión y ese otro mundo emergente relacionado con la inmediatez del Internet y su enmascarado lugar de opinión; todo me resulta basura informativa, porque realmente no es más que eso. Empecé con fervor, cuando entramos en la pandemia hace más de un año, atendiendo al Dr. Simón, ese genio epidemiólogo que no daba una, sus predicciones eran más erráticas que la escopeta de un guardia. Cada día le he ido dando más distancia, espacio para que corra el aire sobre las noticias de la Sanidad. Ahora ya le he dejado aislado en un rincón como a un anacoreta, como un matasanos cargado de disparates y predicciones fantasmagóricas.

Eso es lo que ocurre cuando se quiere que predomine el halo político en lugar de la certeza médica de un virus que ha chuleado a todo un Ministerio de Sanidad, haciendo aguas todo su funcionariado, dedicado al apoyo incondicional de la política de Presidencia del Gobierno. Los fallos del Gobierno Central han sido escandalosos con la adquisición de material necesario para hospitales, personal sanitario, respiradores para superar las crisis más graves de enfermos. Por el contrario se adelantó la Sanidad de la Comunidad de Madrid y su Presidenta Díaz Ayuso al movimiento de fichas, cerró centros de día de mayores, compró material y respiradores; encontró mercados más propicios y certeros, en definitiva tuvo una visión mucho más nítida y agilidad en sus gestiones.

Eso ha dolido, ha hecho que los figurones del Consejo de Ministros del Gobierno se rasgaran las vestiduras, que hayan salido heridos y alzando la voz en su contra. Han tratado de subestimar todo ese trabajo avanzado e impecable, llenos de envidia política y ganas de cargar culpas por la más mínima expresión. Se ha entrado en el insulto y el desprestigio más atroz, tachando de fascismo y otras lindezas cualquier gesto o movimiento de esta Comunidad de Madrid.

Desde el Gobierno de la Nación se ha tratado de encharcar a Madrid y sus políticas acertadas, se ha rastreado para encontrar la chapuza política y para desbancar en mitad de legislatura a los gobernantes por la puerta trasera de la moción de censura. Es el pataleo de unos inútiles e incompetentes gobernantes, incapaces que ofrecer soluciones a los ciudadanos de España. Las determinaciones de la Presidenta Ayuso se han discutido desde el entorno de Sánchez con saña, rechazando iniciativas y coartando con decretos autoritarios y escasos de competencia.

Ahora ya, ante el golpe de mano de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, de adelantar las Elecciones a este territorio, se encuentran un panorama desolador para sus intereses: La ciudadanía va a votar en mayoría a quien saben que lucha por Madrid y sus ciudadanos, las encuestas muestran la tendencia inequívoca en favor de Isabel Díaz Ayuso y sus políticas de avance y desarrollo. Tan solo Tezanos y Sánchez han esgrimido una alocada encuesta que trata de maquillar el ímpetu con que se decantan los votantes, son recursos de perdedores.

El Ex Vicepresidente Pablo Iglesias ha movido a su gente de Podemos para frenar la sangría de votos de la derecha, se ha bajado a la arena y se ha disfrazado con el mono de trabajo vallecano, tratando de simular hacer frente electoral. Se ha dado cuenta de que la dinámica de voto está inalcanzable, sus expectativas son desoladoras, están tocando fondo. La Campaña Electoral se presenta atronadora, toda la batería mediática de la izquierda se ha conjurado para incidir en el resultado, van a sacar trapos sucios, juego de mentiras, descréditos y viles ataques personales que hagan mella en las votaciones. Mientras tanto las vacunas van a medio gas, dependientes de la distribución europea, de los avatares de los efectos secundarios de algunas marcas, de los trabajos de vacunación a destajo de las comunidades y del cruce de brazos del Presidente Sánchez.

Jesús Hernández Gallardo

Exfuncionario del Estado

Torrejón de Ardoz