22
Feb
2022
Valor Geométrico Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Jesús Hernández Gallardo

Cuestión de geometría, ella los tiene cuadrados y él almendrados, ahí está la diferencia fundamental. Las personas tienen sus cualidades que, a lo largo de la vida, las van demostrando en su manera de posar las acciones, la forma de relacionarse y en la huella que dejas impresa en la sociedad. Por ello, no vale tan solo tener inteligencia, ni recursos en la mente para dejar atrás unas cuartillas y relatar como un papagayo las ideas clasificadas en la mente. Hay que ser valientes y lanzarte al mundo solidificando sin fisuras en la sociedad lo que piensas, abriendo cauces que llenen de eficacia las acciones que se van interponiendo en el camino. Ellos son Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, los que nos representan en el Partido Popular, uno en España y otra en la Comunidad de Madrid.

Si además existe un problema de envidia de por medio, pues las cosas se complican y dejan al descubierto capacidades sin cubrir en la mente de Pablo Casado, puesto en duda como presidente de su partido en la actualidad. Además, tiene como lanzadera a un secretario general que piensa poco y, ese poco, lo expande con arrogancia y chulería, pues entonces apaga y vámonos.

Teodoro García Egea tiene los días contados en el PP, por exigencia de los presidentes autonómicos de ese partido y de los votantes que han manifestado su punto de vista, han criticado la actitud agresiva y desproporcionada en la comparecencia del día 19 ante los medios. Por su parte Isabel Díaz Ayuso ha demostrado unas cualidades ajenas a cualquier político convencional, ha sabido rodearse de un equipo de personas que han navegado al unísono durante la pandemia tan compleja para todos, ha puesto los puntos sobre las íes y ha marcado tendencia en toda España, aunque desde la Moncloa no lo van a reconocer nunca.

Las presuntas sospechas de corrupción las han sacado adelante en su partido, queriendo sembrar la duda y esparciendo infundios que no lo son, han sido una aberrante puesta en escena, con espionaje incluido, que ha desnudado los tejemanejes de ellos mismos.

Ahora ya no queda otra, plegar velas y apretar las carnes, porque el clamor de la opinión pública no deja lugar a esta trayectoria de sospecha, de insidias y de envidiosa actitud de la dirección del PP. La crisis brilla en el ambiente, el malestar de sus notables está a flor de piel y buscan cómo solucionar el entuerto montado por la dirección. La dirección tiene que mover ficha, tiene que reaccionar al hilo de la exigencia con doble sentido, de sus notables y de los votantes, que no merecen esta puesta en escena tan terrible para todos.

Mientras tanto en la Moncloa y otros ambientes políticos de la izquierda se frotan las manos, se saben con ventaja por este traspiés de los populares, en especial de Pablo Casado y su entorno. Para que regrese la normalidad al PP no va a ser suficiente la dimisión o el cese de García Egea, la amenaza de un congreso extraordinario está en el aire, buscando un relevo de garantías a Pablo Casado.

 

Jesús Hernández Gallardo

Exfuncionario del Estado

Torrejón de Ardoz