16
Sep
2012
El primer traspiés de Bello Imprimir
Punto D Vista - Editorial
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La decisión tomada en la Junta de Portavoces podría tener repercusiones jurídicas

En la última semana el rumbo de la gestión de Alcalá ha vuelto a cambiar considerablemente: el alcalde funambulista ha dejado de dar pasos adelante para comenzar a volver sobre los ya emprendidos, acercándose peligrosamente al punto de partida de su predecesor.

El alcalde valiente y sin miedo ha comenzado a dejarse convencer, quien sabe por qué, por aquellos que, aunque no lo reconozcan, no tienen la menor intención en mantenerlo sobre el alambre, y aprovecharán cualquier oportunidad para derribarlo, aunque sin tirar el cable y todo lo que ello conlleva.

Los enemigos de la nueva gestión, que ahora parecen ir de la mano, han conseguido convencer al funambulista de que siga los mismos pasos que lanzaron al abismo a su predecesor, y el pasado viernes le llevaron a dar el primer traspiés serio de su mandato.

Y es que lo ocurrido en la última Junta de Portavoces podría tener, si alguien se atreve a seguir adelante, serias consecuencias jurídicas. Pero pongámonos en situación. En el verano de 2011 UPyD, a los pocos meses de entrar en el Consistorio, anunciaba la intención de pedir la bajada de sueldo de los concejales, obligando al alcalde a hacer público su salario en medio de acusaciones varias.

A la vuelta de vacaciones, los magenta llevaron la moción al Pleno, pero la Junta de Portavoces se la tumbó alegando que era extemporánea, y afirmando que existía un documento firmado por el Secretario Municipal que lo ratificaba. Ante la imposibilidad de aprobarlo en Pleno, los magenta optaron por otra salida: cobrar el sueldo íntegro, y destinar  un 20% de él a financiar la campaña Tapones para Sara que ha tenido a los vecinos de Alcalá recogiendo tapones durante varios meses para apoyar la investigación de la ataraxia.

Hoy, un año después y con nuevo alcalde, los magenta volvían a la carga, aunque con nueva estrategia: pedían la renuncia voluntaria a un 20% de su sueldo, para lo que adjuntaban a la petición un documento firmado por el Secretario que establecía la legalidad de la propuesta, que debía ser validada por el Pleno.

Sin embargo, y a pesar del cambio de alcalde, todo siguió igual: la Junta de Portavoces volvía a tumbar la moción impidiendo que llegase al Pleno y obligando a todos los partidos a retratarse. No obstante algo ha cambiado, y mucho, desde la decisión tomada hace un año: el informe favorable del Secretario choca frontalmente contra la decisión de la Junta de Portavoces que tendrá que justificar muy mucho su postura si quiere evitarse posibles problemas jurídicos.

Y es que el informe del Secretario es claro: no existe ningún impedimento legal para que cualquier concejal pueda renunciar a parte o la totalidad  de su salario, algo que se comprobará, por cierto, en otro punto del orden del día del próximo Pleno, cuando todos los concejales renuncien a su paga extra navideña.

Ahora la pelota vuelve a estar en el tejado del alcalde, que debe decidir de forma clara y tajante entre llevar a cabo su proyecto, que ya ha demostrado grandes éxitos, como la firma de la paz social con los sindicatos o el resultado de las Ferias, o continuar con la senda trazada por su predecesor, una senda que condujo al Partido Popular a perder la mayoría absoluta después de tres legislaturas.