15
Jun
2022
Política Cómica Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridJesús Hernández Gallardo

He conocido épocas malas en política, recuerdo como una pesadilla el 23 F del 81, cuando entró Tejero en el Congreso y encogió las almas de todos, los de derechas y los de izquierdas. La cola final de Zapatero, cuando tuvo que reducir los sueldos de los funcionarios y nos dejó helados, la sangre como horchata de pepino. Pero estoy ahora viviendo otra mala época, quizá peor y con un engaño de órdago a la grande.

Me duele mi país, me gustaría que de un plumazo saliéramos de la crisis del Covid-19 y de la guerra de Ucrania; que Putin se jubilara de una vez y que a Sánchez se le pare los pies, por parte de quien proceda. Parece que Putin tiene una salud quebradiza, eso dicen los que intuyen o huelen la enfermedad, los que piensan que su salud está enfrascada en malos trances.

Por humanidad y, tan solo por ello, debería durar muchos años, pero a la sombra de gobernabilidad alguna, que le alejen los tanques y misiles de sus pringosas manos y que se dedique a otras cuestiones más inocentes y sin trascendencia bélica.

Pedro Sánchez va teniendo diferentes muescas en su escopeta electoral que le marcan su escaso tino en política, me refiero a las diferentes elecciones autonómicas que se han ido desarrollando durante su mandato como presidente del Gobierno de España.

El batacazo de Madrid me vibra en la misma frecuencia que él hizo con Rajoy, presentando una moción de censura reuniéndose con los que luego se hicieron llamar el “Frankenstein” a escondidas, con ínfulas de pucherazo. En Madrid gano por la mano Isabel Diaz Ayuso, porque si se retrasa, le hubieran hecho algo similar en un ambiente sucio y macabro.

Isabel es una política diametralmente opuesta a la oscuridad y prácticas espurias que utiliza Sánchez, por esa razón dominó el trance y, amparada por su propia sabiduría, ganó por goleada a un socialismo que va dando tumbos de un lado para otro.

En Castilla León recibió calabazas y, en las próximas del 19 de junio, todo apunta a que recibirá otro vendaval por parte de la derecha. En definitiva, todo está siendo un teatrillo de pacotilla del socialismo sanchista, ese dolor de muelas que soporta la militancia y que va haciéndose cada vez más agudo, viéndole ya el bisturí del cirujano en las butacas del fondo de la platea entre candilejas.

Como decía Cervantes, la vida es una obra de teatro, en la cual cada uno deja sus huellas dactilares bien marcadas en los cuatro años de legislatura y que te da para garabatear el camino.

Esos garabatos y muescas quedan impresionadas en las mentes de sus votantes y en todos los demás receptores de la gestión teatral, te marcan el futuro y la capacidad para seguir o regresar a otras tareas que dejen menor huella en el patio de butacas.

Ahora dicen los ecos electorales, aquellas personas que analizan de antemano posibles resultados, que hasta los propios socialistas andaluces prefieren que Pedro Sánchez se quede en la Moncloa y no aparezca por ningún escenario andaluz hasta que se cierre el telón de los comicios andaluces.

Los augurios del resto de legislatura en todo el territorio español son desastrosos, una de las últimas teclas mal elaborada, ha sido su movimiento en el Magreb, un territorio sumamente sensible, colocando en pie de guerra al gobierno argelino y dejando la mirada de reojo al oponente marroquí. En el teatro de la vida no valen los ensayos, hay que actuar siempre atendiendo a toda la audiencia, no solo a quienes te votan.

 

Jesús Hernández Gallardo

Exfuncionario del Estado

Torrejón de Ardoz