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05
Oct
2020
Desarticulan el clan de los Kikos que controlaba la venta de droga de la Cañada Real PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Rivas Vaciamadrid
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Foto cedida por CAMEl punto de venta distribuía más de doscientas dosis diarias, y el líder vivía en Alcalá

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que controlaba el mayor punto de venta de drogas en la Cañada Real y de toda la región, ubicado estratégicamente y completamente bunquerizado con fuertes medidas de seguridad desde el que suministraban más de 200 dosis de droga al día, tal y como explicaba la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

La investigación se inició el pasado mes de febrero cuando los agentes consiguieron ubicar en la Cañada Real Galiana el mayor punto de venta de sustancias estupefacientes en Madrid. Detectaron que se había utilizado una infravivienda, estratégicamente ubicada para utilizarla como punto de venta de varios tipos de droga y como lugar de consumo, que operaba las 24 horas al día.

Durante las vigilancias los agentes pudieron detectar que el punto de venta ubicado en la Cañada, sucesor de otro antiguo clan desarticulado hace años, contaba con una estructura que empleaba a unos individuos como ‘aguadores’ y que a su vez, dado el trasiego continuo de personas y vehículos, tenían un servicio de aparcacoches para los compradores.

Otros integrantes de la organización se situaban en el acceso a la parcela para decidir qué compradores o consumidores podían entrar y finalmente otros controlaban el acceso al inmueble. En el interior de la parcela se encontraban otras personas que dispensaban la droga en el interior de una sala bunquerizada.

Las investigaciones también permitieron comprobar que tras estos individuos se encontraba el ‘número dos’ de la organización para supervisar sus actuaciones y que todos ellos guardaban algún tipo de parentesco directo con los líderes de la organización.

Tras finalizar las investigaciones, los policías iniciaron la entrada y registro de manera simultánea en cinco domicilios, dos en Madrid, uno en Alcalá de Henares, uno en Torrejón del Rey (Guadalajara) y otro en el municipio toledano de Illescas.

Durante los registros se pudo comprobar que el punto de venta ubicado en la Cañada Real funcionaba como un supermercado, ya que tenían carteles llamativos en los que anunciaban los productos y los precios, otros carteles con los horarios de los autobuses que circulan por el lugar y zonas donde acomodar a los clientes o a los que decidían consumir la droga en el lugar.

En el registro practicado en la vivienda de la Cañada, los agentes se encontraron con fuertes medidas de seguridad que habían instalado los investigados, como cámaras de videovigilancia y accesos con varias puertas acorazadas instaladas de manera consecutiva. A pesar de que algunos de los arrestados incendiaron la estancia para hacer desaparecer los estupefacientes y el dinero, los agentes consiguieron recuperarlo.

En toda la operación se intervinieron un total 520.000 euros en efectivo, 19 kilos de cocaína, casi tres kilos de hachís y heroína, 18 armas de fuego cortas reales con casi 2.000 cartuchos de distintos calibres, maquinaria para tratar sustancias estupefacientes (prensa hidráulica y máquina envasadora al vacío), así como diversas joyas, relojes de lujo y 11 vehículos, algunos de ellos de alta gama.

La investigación también puso de manifiesto el alto nivel de vida de los investigados, que no concordaba con sus trabajos o ingresos, llegando a suministrar más de 200 dosis al día de diversas sustancias.

En la operación se desarticuló por completo la organización criminal, practicando un total de 14 detenciones (12 varones y dos mujeres) que ocupaban los distintos peldaños de la estructura criminal que habían establecido. Todos ellos tenían distintos puestos de responsabilidad y formaban parte de un mismo clan familiar conocido por su implicación en hechos delictivos similares.

Los agentes encontraron numerosas dificultades, ya que uno de los grandes retos era localizar la guardería desde la que se enviaban las sustancias estupefacientes al punto de venta de la Cañada. Tras ser puestos a disposición de la autoridad judicial, seis de los integrantes ingresaron en prisión provisional.

 

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