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Mar
2018
Viernes Santo Torrejón 2018: La Verónica y el Nazareno se encontraron ante el Ayuntamiento Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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El viento, de nuevo protagonista de la única procesión diurna de los días de Pasión

A pesar de las previsiones, el tiempo respetó a la Verónica, que consiguió encontrarse con el Nazareno en la Plaza. Eso sí, no en el centro de la Plaza, si no en la fachada principal del Ayuntamiento torrejonero. Este fue el gran cambio de una procesión que no deja de reinventarse y que, al igual que la del día anterior, recibió la visita del viento.

Y es que el cambio del tiempo es un hecho, y el Viernes Santo comenzaba en la localidad con lluvia. Pero, por suerte, las nubes se disiparon algo antes de las once de la mañana dejando a la Procesión del Encuentro Doloroso poder celebrarse. En concreto, a las once llegaban los hermanos de la Vera Cruz hasta la Plaza Mayor, y lo hacían, al igual que el día anterior, precedidos por la Banda Municipal de Música.

En perfecta formación los Hermanos esperaron a la puerta de la iglesia hasta asegurarse de que había terminado el rezo de Laudes que se celebraba en la parroquia desde una hora antes. Y, una vez concluido, tomaron posiciones dentro de la iglesia para que los anderos cogiesen los dos pasos protagonistas de la mañana de Viernes Santo: la Verónica y el Nazareno.

Así, con una estética muy parecida a la del Domingo de Resurrección, las dos imágenes salieron tomando caminos distintos y con la intención de encontrarse una hora después en la Plaza Mayor. Eso sí, las diferencias con la procesión que cierra la Semana Santa son notables, pues los Hermanos de la Vera Cruz, encapuchados, vestían hábito morado a diferencia de los Caballeros de la Virgen del Rosario.

El otro cambio fue el lugar del Encuentro, en la fachada del Ayuntamiento en lugar de en el centro de la Plaza. Hasta allí llegaron las dos imágenes después de rodear las calles cercanas a la iglesia, y lo hacían con más dificultades de las previstas, pues el viento jugó una mala pasada a la Verónica descolgando, en dos ocasiones, el pañuelo que portaba con la imagen oculta del Cristo.

Pero solventados los problemas, la procesión continuó, y lo hizo con el Encuentro que repite el ritual marcado en el Evangelio: Jesús cae y la Verónica se arrodilla ante Él para secarle el sudor. Tras levantarse, la Verónica descubre que en su pañuelo ha quedado impresa la imagen de Jesús. Y una vez encontrados, comenzaron juntos una larga procesión por las calles de la zona centro, que terminaba una hora después en la puerta de la iglesia. Así, con los acordes del himno nacional, el paso del Nazareno primero, y la Verónica después, volvían a entrar en el templo para cerrar la procesión.