24
Jul
2018
Los repartidores de periódicos se ponen en huelga indefinida Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Según explican, Boyacá pretende expulsar a la mitad de sus empleados para subcontratar el servicio

Pocos días después de que terminase la huelga en Amazon, otra empresa de la Zona Este vivía un nuevo conflicto laboral, y es que los repartidores de periódicos de Madrid iniciaban una guerra con la multinacional encargada del reparto que tiene su sede en el polígono de Las Monjas de Torrejón.

El conflicto comenzaba el pasado 20 de julio, cuando la última reunión entre Boyaca y sus trabajadores terminaba con una propuesta inasumible por parte de la empresa: el despido de 130 repartidores (aproximadamente la mitad de la plantilla que cubre la Comunidad de Madrid) y el recorte de un 50% del salario a los demás, medidas que entrarían en vigor dentro de cuarenta días.

Ante el órdago de la empresa, los trabajadores decidían encerrarse en la nave de Torrejón, comenzando una huelga de reparto que va camino de su primera semana. Y precisamente esa primera noche terminaba con un buen susto, cuando uno de los trabajadores encerrados sufría un ataque al corazón que le obligaba a ingresar en el Hospital.

Al día siguiente, el conflicto se intensificaba, con la policía deteniendo a cuatro trabajadores que formaban parte de un piquete en Cea Bermúdez, y con el desalojo de la nave por orden judicial. Desde ese momento, Boyacá ha incrementado la presión sobre los trabajadores, declarando el cierre de la nave, y subcontratando el reparto con otras empresas como Uber y Cabify, lo que generaba mucho más conflictos.

Y con las posiciones cada vez más enquistadas, ayer eran los políticos los que hablaba sobre el tema. En concreto Podemos y Equo se solidarizaban con los trabajadores, recordando, además, que no es el primer conflicto que la multinacional del transporte vive en Europa. Por otra parte, los repartidores eran recibidos por el PSOE del Ayuntamiento de Madrid y por Ahora Madrid para intentar intermediar en el conflicto. También el sindicato de autónomos UATAE, anunciaba su apoyo a la protesta.

"Boyacá, grupo empresarial que se ha quedado con el monopolio del reparto de prensa escrita en la Comunidad de Madrid, ha ido creando un opaco entramado de empresas con las que disolver su responsabilidad para con sus empleados, generando una situación insostenible en la que se mezclan los falsos autónomos, las cesiones ilegales y se precariza el empleo. Por si fuera poco, ahora en una nueva vuelta de tuerca, no exenta de chulería y prepotencia, intenta reducir el personal a la mitad y bajar los sueldos para seguir aumentando sus beneficios empresariales. Frente a esa situación, los ‘ruteros’, nombre con el que popularmente se conoce a los repartidores de prensa, han decidido plantarse, convocar huelga y hoy los kioscos han despertado sin publicaciones diarias. Pero la movilización no se detiene ahí: los trabajadores han anunciado que van a seguir peleando hasta las últimas consecuencias en la defensa de unos puestos de trabajo de los que dependen cerca de 300 familias. Desde la sección de Prensa de CNT (Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos), apoyamos las justas reivindicaciones de nuestros compañeros repartidores, así como la del resto del colectivo y hacemos un llamamiento al resto de trabajadores y trabajadoras de la prensa para romper con los compartimentos estancos en que nos quieren encerrar desde las empresas y coordinar luchas con las que plantear una respuesta eficaz y unitaria de todo el sector. Igualmente, instamos al público lector a entender las razones de la huelga y a solidarizarse con la justa lucha de los repartidores. Por último, queremos ofrecer todo nuestro cariño y deseo de pronta recuperación al compañero que ha tenido que ser hospitalizado cuando participaba en el encierro de la nave de Torrejón de Ardoz, un hecho que debería hacer ver a Boyacá que los trabajadores no son números ni estadísticas y que con su actitud rastrera está jugando con las vidas de personas con nombre y apellido", contaba CNT.

"La propuesta de recortes salariales y de personal de la distribuidora Boyacá para renovarles el contrato supone una precarización del servicio y un atropello a sus derechos laborales. Instamos a la empresa a negociar una salida que permita mantener los puestos de trabajo. Hoy se cumplen cinco días del conflicto laboral entre la distribuidora de prensa Boyacá y los trabajadores encargados del reparto, ante la negativa de la empresa a renovarles el contrato si no aceptan su propuesta de recortes salariales y de personal. EQUO Madrid apoya las reivindicaciones de los trabajadores, en defensa de condiciones laborales dignas", explicaba Equo.

"La Asociación de Repartidores de Prensa denuncia que, para la renovación del contrato, que expira el próximo 31 de agosto, la empresa exige una reducción del 50% de la plantilla -que supondría el despido de 130 trabajadores-, y una bajada salarial del 60%, algo inviable para estos autónomos, que tienen que sufragar numerosos costes del servicio, como la compra y mantenimiento del automóvil. “Boyacá pretende que trabajemos más horas por mucho menos dinero. Nosotros no nos negamos a aceptar una bajada salarial, pero no queremos ser esclavos. Llevamos un año intentando negociar una salida que nos permita mantener nuestros puestos de trabajo en condiciones dignas”, ha explicado a EQUO Madrid, Francisco Piyayo, presidente de la Asociación de Repartidores de Prensa. Piyayo afirma que el cierre patronal de la empresa les impide acceder al centro de reparto en Torrejón y que dos miembros de los piquetes informativos han sido detenidos. Asimismo, añade que Boyacá está realizando la distribución mediante otras alternativas, aunque la prensa no llega con normalidad a los quioscos. Desde el partido verde consideramos que la propuesta de Boyacá supone una precarización del servicio y un atropello a los derechos laborales de los trabajadores del sector e instamos a la empresa a emprender una negociación que permita mantener en condiciones dignas los puestos de trabajo, de los que dependen cerca de 300 familias", concluyen.