10
Oct
2018
Las Fiestas Patronales terminaron con fuegos artificiales en honor de la Virgen del Rosario Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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El Rosario de la Patrona alcanzó un precio de 1.500 euros

Después de tres largos días de Fiesta, las Patronales de Torrejón llegaban a su final dándole todo el protagonismo a la Virgen del Rosario. Y es que, aunque los actos religiosos queden opacados por el resto de actividades, las actividades de la Hermandad del Rosario son muchas durante estos días: la Ofrenda Floral del viernes, la Salve del sábado, y la Misa Solemne del domingo por la mañana dejan paso a la espectacular Procesión de la Virgen por las calles de Torrejón, una procesión que, al igual que el año anterior, incluyó fuegos artificiales en el momento en que la Virgen se acercaba a la parroquia de San Juan Evangelista.

Pero la Procesión propiamente dicha comenzaba a las ocho de la tarde del domingo, cuando, en perfecta formación, los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario entraban en la parroquia de San Juan Evangelista dispuestos a coger las andas del palio que había presidido el Altar mayor durante los dos últimos días. Así, colocaron las andas y, tras una levantá dedicada a la mujer de un Caballero, comenzaron un viaje por el interior de la iglesia hasta llegar a la puerta, donde ya les esperaban todo el resto de elementos que compusieron la procesión: manolas, penitentes, autoridades, los militares del Cuartel de Automovilismo y la Agrupación Musical Jesús el Pobre de Madrid, encargados de poner la música al viaje de la Patrona.

Tras cruzar el umbral entre los acordes del Himno de España y los aplausos de los que llenaban la Plaza, la Virgen abandonaba la iglesia para vivir el primer acto de los que componen la Procesión: la tradicional subasta de cintas y Rosario, una subasta en la que el Rosario, bendecido por el Papa, que llevaba la Patrona y que representaba el báculo de Francisco, se vendió por 1.500 euros.

Tras la subasta comenzaba el recorrido por las calles de la zona centro, un recorrido más corto del habitual que llevaba a la Virgen hasta la misma Avda de la Constitución para observar la bandera izada esa misma mañana. Al final, y tras casi dos horas de viaje, la Patrona regresaba a la Plaza, donde le esperaba otro de los elementos tradicionales del cierre de las Fiestas: la cascada pirotécnica, una cascada más lenta de lo habitual y que terminó en la misma torre de la iglesia.

Tras cruzar la Plaza, la Virgen del Rosario se acercaba a la Puerta del Sol de la parroquia, donde los presentes pudieron disfrutar de la última sorpresa de la noche, pues la Patrona bailaba al ritmo de los fuegos artificiales lanzados desde la terraza del Ayuntamiento. Tras terminar el castillo, los Caballeros se encaminaron hasta la puerta, donde se vivió uno de los momentos más emocionantes de la Procesión, pues los anderos, al igual que hicieron el viernes, tuvieron que agacharse para dejar entrar el enorme palio de la Virgen. Eso sí, esta vez el esfuerzo fue mucho mayor que dos días antes, al llevar sobre sus hombros tres días de fiesta y dos horas de procesión.

Tras entrar entre aplausos por el esfuerzo realizado, los Caballeros iniciaron el último tramo de su viaje, que dejó a la Patrona de Torrejón a los pies del Altar. Allí, la Virgen, la Hermandad y los vecinos, que abarrotaban la iglesia, cantaron el Himno de la Virgen del Rosario para, entre “vivas”, cerrar las Patronales.