Es el mismo que generó polémica el año pasado en el Recinto Ferial

Ya ha comenzado la Navidad en Torrejón, y, como manda la tradición, lo hacía con polémica. Y es que, lejos de actuar en consecuencia tras las críticas recibidas el año pasado por la inclusión de un “Baltasar blanco” en el Belén de Luz del Recinto Ferial, esta vez han decidido colocarlo en el centro de la Plaza, y como uno de los atractivos de la escasa decoración navideña.

De tal forma las redes sociales no tardaban en pedir explicaciones al Gobierno local por el retorno de una figura desaparecida de la iconografía religiosa desde el siglo XIV, cuando la Iglesia institucionalizó la figura de los Reyes Magos, haciéndoles venir de Oriente como representantes de los tres continentes conocidos en lugar de, como apuntaba Ratzinger hace unos años, del desaparecido reino de Tartessos, en plena costa de Cádiz.

Lejos de postulados historicistas, la explicación al "blanqueamiento" del Rey negro puede obedecer a criterios más técnicos. Y es que, al tratarse de un Belén de Luz, oscurecer la piel de Baltasar supondría también oscurecer una parte muy importante del conjunto, como ocurre con la barba del propio Baltasar y de San José.

Sin embargo, no es el primer desplante que sufre la figura del representante de África en la Navidad torrejonera en los últimos años. En 2018, cuando crece el montaje navideño hasta llegar al Recinto Ferial, Torrejón decide eliminar el tradicional Trono Real de Baltasar, instalado en plena Plaza desde hace más de treinta años, cambiándolo por una Casa de Papa Noel que ocuparán los tres Reyes desde el 26 de diciembre.

La llegada de Baltasar a las Navidades torrejoneras tenía mucho que ver con la importancia de la Base en el Torrejón de los años 60, cuando los americanos deciden acercarse a sus vecinos colaborando con ellos en la creación de un Trono que permanecía activo todas las Navidades, y que convirtió en uno de los elementos más buscados del montaje torrejonero de los 80 y 90 al Rey Negro hoy desaparecido.