Según explican, unos 90 interurbanos cruzan el municipio todos los días

Cerca de 90 autobuses interurbanos atraviesan cada día los dos kilómetros de distancia que discurren entre la entrada y la salida del casco urbano de Perales de Tajuña. Un tramo limitado a 30 kilómetros por hora entre las calles Mayor Alta y de Enmedio en el que son frecuentes las retenciones, las infracciones de tráfico y los problemas circulatorios a causa del elevado nivel de autobuses que discurren por la localidad.

Un problema prioritario para el Ayuntamiento de Perales de Tajuña, que, este lunes, le trasladaron al director gerente del Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, Alfonso Sánchez, la alcaldesa, Yolanda Cuenca, y la primera teniente de alcalde, Marisol Bucero.

A la situación de saturación del casco urbano se le suma el hecho de que muchos vecinos no pueden utilizar este servicio, como explicó la primera edil: “Los vecinos de Perales son los que soportan el intenso tráfico, pero, en muchos casos, se encuentran con que no pueden subirse al autobús porque cuando llega a la localidad ya va lleno”.

Una congestión del centro que también repercute en las arcas municipales debido a los casi continuos trabajos de mantenimiento que el Ayuntamiento debe acometer en la principal vía del pueblo por el paso de estos vehículos de gran envergadura.

Para solucionarlo, Ayuntamiento y Consorcio se han comprometido a realizar un estudio sobre los problemas, para conseguir una mejor racionalización de las frecuencias de paso y de la situación de las paradas, que eviten el colapso del municipio sin que se reduzca el servicio actual.

“No queremos que se reduzca el número de autobuses, sino que su paso por Perales se adecue a las necesidades de los vecinos”, comentó Cuenca, que, por otro lado, se mostró satisfecha por las buenas comunicaciones que tiene el pueblo con la capital.

Además de este estudio, el Ayuntamiento solicitó a los responsables del Consorcio la posibilidad de ubicar una parada de autobuses en el camino de Las Peñuelas, como vienen reclamando sus vecinos desde hace tiempo.