Eran dogos de Burdeos cruzados con una raza peligrosa

Casi una semana después de que se produjese el terrible suceso, los perros que mataron a una madre y a su hija en Colmenar de Oreja eran sacrificados en el CIAAM de la Comunidad junto a los otros cuatro encontrados en el chalet.

Así lo contaba la Consejería de Medio Ambiente, que también confirmaba que los dos perros eran Dogos de Burdeos, aunque cruzados con American Staffordshire Terrier, una raza pariente de los Pitbull que sí está considerada como peligrosa, y a la que pertenecían los otros cuatro perros que vivían en el chalet de Colmenar.

El sacrificio de los seis animales se aprobaba tras un informe que detectaba elevada agresividad de los perros, dificultad en su manejo, falta de documentación y carencia de vacunas, entre ellas, contra la rabia.