El demandante recurrirá al no dejarle presentar el testigo principal

Este 8 de marzo no sólo fue el Día de la Mujer en Torrejón, si no también una cita marcada en rojo en la agenda política de la localidad. Y es que el alcalde de la localidad se sentaba en el banquillo acusado de coacciones en el marco de un proceso electoral en lo que será la primera parte de uno de los juicios del año en Torrejón.

Así Ignacio Vázquez se sentaba en el banquillo algo después de las doce de la mañana, y lo hacía para someterse a un juicio con polémica, pues, según desvelaba el demandante, no les dejaron presentar a su testigo clave en una decisión que consideran vulnera de forma clara su derecho a la tutela judicial efectiva.

Sin testigo que pudiera poner en aprietos al alcalde torrejonero, a la jueza no le quedó más remedio que absolverlo por falta de pruebas, por lo que la situación se resolverá en la Audiencia Provincial de Madrid, donde ya ha anunciado el demandante, recurrirá en casación la sentencia.

Este, sin embargo, era sólo la primera parte de un juicio que va a a dar mucho que hablar, ya que la otra parte de la causa se encuentra en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, debido a la condición de aforado del demandado, que no es otro que el Consejero de Medio Ambiente y exalcalde de Torrejón, Pedro Rollán.

En concreto la denuncia la interpuso el apoderado de la candidatura alternativa a la comandada por Cifuentes, la que dirigía Luis Asúa en esas elecciones, y en ella se afirma que tuvo serios problemas para ejercer su labor electoral.

Así Alejandro Perea se acercó a las once menos cinco de la mañana a la sede del PP torrejonero, con la intención de asistir a la apertura de urnas prevista a las once. Pero su sorpresa llegaba cuando el ex alcalde, acompañado del alcalde de la localidad, le agarraban del brazo y le sacaban a la fuerza a la calle.

Ante semejante escándalo democrático, Perea no dudó en llamar a Génova para pedir amparo a Guillermo Ortega, gerente del PP de Madrid y a la secretaria de la Comisión Organizadora del Congreso, Ana Camins, que llamó a Rollán para dejarle claro que la autoridad electoral la tenía únicamente el Presidente de la mesa.

Después de dos largas horas, Perea por fin conseguía entrar en la sede, pudiendo fiscalizar el resto del proceso, que terminaba con la victoria de Cifuentes por un 97,86% de los votos recogidos, correspondientes a 463 votos frente a los ocho recogidos por Asúa.