El Presidente de la Asociación de Parkinson tomó posesión del cargo de concejal

"Año nuevo, vida nueva" dicen los clásicos. Y eso mismo es lo que parece haber ocurrido en Torrejón, pues el primer Pleno presidido por Alejandro Navarro no tuvo nada que ver con los que dirigía Ignacio Vázquez. Así, existió debate entre los distintos concejales, escuchándose por primera vez en muchos años las intervenciones de los concejales de Hacienda y Urbanismo para defender sus mociones, y con un portavoz de los Populares mucho menos agresivo que el anterior.

De tal forma, y con buen tono, el Pleno Extraordinario celebrado este lunes servía para completar la Corporación municipal después de tres largos meses de dimes, diretes y dimisiones. Y es que, tras las salidas de Juanjo Crespo, Ignacio Vázquez, Ainhoa García y Maricarmen González; y las entradas de Eugenia Gil y Cristina Aguilar, el Pleno recibía al concejal número 27, que no es otro que José Antonio Guerro, el presidente de la Asociación de Parkinson. Guerro juraba su cargo y recibía la medalla de concejal entre los aplausos del público y sus compañeros de Corporación, y recibiendo el abrazo del alcalde.

Pero tras la parte institucional tocaba hablar de economía, y además con la amenaza del tiempo sobre las cabezas de los concejales, pues el Pleno constaba de veintiocho puntos y debía terminar antes de las diez de la mañana, hora en la que estaba fijada la Junta de Gobierno Local. Para hacerlo posible el Gobierno Local decidió fusionar 23 de esos 28 puntos, ya que todos hacían referencia a un mismo asunto: el informe anual de la Comisión antifraude, uno de los requisitos indispensables para recibir fondos europeos.

Y entrando al fondo del asunto, el informe es polémico, pues, de entre los contratos elegidos al azar por el propio Gobierno Local, los encargados de realizarlo han encontrado hasta cincuenta incumplimientos de nivel medio o alto de la normativa en vigor. El portavoz de los populares le quitaba hierro al asunto, diciendo que un 90% de esos incumplimientos eran de nivel bajo, y que es una cifra muy inferior a la registrada tan sólo un año antes.

Pero esto no evitó que la oposición cargase contra los datos, desmenuzando, en especial la portavoz de Más Madrid, uno por uno los incumplimientos que recoge el informe. Precisamente ese grado de detalle es el que provocaba el único rifirrafe de la sesión, pues Ruth Grass entendía que, ya que se habían fusionado 23 puntos, lo lógico hubiera sido dar más tiempo de exposición a los portavoces, pero el alcalde consideró que se tratase como si solamente fuera un puntos, es decir con intervenciones de dos y un minuto, aunque con una cierta laxitud en los tiempos.

Los siguientes puntos tenían como protagonista la situación económica, pues el Gobierno Local aprobaba un expediente de modificación de créditos para pagar facturas pendientes. En concreto, explicaba el concejal de Hacienda, se trata de algo más de 300.000 euros, recogidos la mitad en el presupuesto de 2023; y el resto en una ampliación de ese mismo Presupuesto. Entre los gastos reconocidos, algunos relacionados con las Fiestas Patronales de 2022.

Pero lo más interesante fue la explicación que dio Marcos López sobre por qué se tramitaban las facturas tiempo después de ser registradas. Y es que, según el concejal de Hacienda, sólo se consideran cuando el expediente en que se basan está cerrado, es decir, no existe ningún tipo de incidencia al respecto. López ponía como ejemplo la existencia de un procedimiento jurídico. Si hay una denuncia, la factura queda paralizada, y no se contabiliza hasta que ese procedimiento jurídico se ha resuelto, lo que provoca que puedan existir facturas de hace muchos años imputadas en el Presupuesto actual. Esta modificación de créditos era aprobada por los populares, mientras que los otros dos partidos votaban en contra.

Más polémico fue el debate sobre el Plan de Ajuste pues López explicó que tienen que cumplir con unas obligaciones fiscales creadas antes del coronavirus o de la guerra de Ucrania, por lo que Torrejón no duda en acogerse a la suspensión de reglas financieras aprobada por el Gobierno de Sánchez, lo que "salvaba" al Consistorio, pues 2022 terminó con un incumplimiento por la mínima de esas reglas fiscales.

El portavoz popular, Valeriano Díaz, afirmaba que está diseñada una hoja de ruta para terminar de pagar la deuda en 2035, y que el año pasado se abonaron nueve millones de euros, lo que hacía bajar de los cien millones la deuda total. Eso sí, a pesar de las explicaciones, la moción generó debate, pues el portavoz de los socialistas recordaba que Torrejón es la única ciudad del Corredor sometida a un Plan de Ajuste, ya que todos los demás han cumplido con el Plan de Pago a Proveedores solicitado en 2011.

Sí de los asuntos económicos el PP salió más o menos bien parado, no ocurrió lo mismo con los de Urbanismo. Y es que el Pleno aprobó la construcción de viviendas en una parcela de la Avenida de la Constitución en el barrio de Los Girasoles, una parcela situada junto al Hotel Aida que los torrejoneros conocen muy bien, pues no en vano en el Plaza Mayor buzoneado hace un par de días aparece como uno de los nuevos aparcamientos inaugurados por el alcalde. El portavoz del PP se defendía diciendo que ese aparcamiento iba a ser provisional y que aún faltaban muchos meses para que empezasen a construirse las viviendas. A pesar de la polémica, el PP aprobaba la modificación con la abstención de PSOE y Más Madrid.

Y también fue polémico el otro asunto urbanístico, pues los populares llevaron a Pleno la realineación de parcelas colindantes con la gasolinera de Plenoil ubicada en Soto del Henares. Un asunto técnico que dio pie a hablar sobre la otra gasolinera que planea construir la empresa junto al Centro de Salud de Brújula. En concreto, Javier Castillo pedía explicaciones a los populares por haberle llamado "cínico" tras denunciar la construcción de esa gasolinera. Pero es que además la cosa puede ir a peor, pues, según desvelaba Más Madrid la misma empresa ha pedido una consulta urbanística para construir una tercera estación de servicio en plena Carretera de Loeches, un asunto del que se hablará largo y tendido en el futuro. Al igual que había ocurrido con el otro asunto urbanístico, esta modificación de parcelas salía adelante con los votos del PP y la abstención de los demás grupos.