Un gran espectáculo visual y una cascada de fuegos artificiales pusieron fin a las Mágicas Navidades

Un año más Torrejón volvió a sorprender en su cabalgata de Reyes, y es que, de nuevo, los Reyes hicieron magia para teletransportarse desde el balcón del Ayuntamiento. Lo más sorprendente es dónde acabaron sus majestades de Oriente: nada menos que en un platillo volante que les alejó de la Plaza mientras una gran cascada de fuegos artificiales cerraba el mes más mágico del año en la localidad.

Pero el efecto final, obra de Reyes Abades, era el colofón de una tarde que comenzaba casi tres horas antes en el barrio de La Zarzuela. Y es que desde allí salieron las diecisiete carrozas y quince pasacalles que recorrieron unas calles de Torrejón aún más abarrotadas que en años anteriores. Tanto es así que, a falta de conocer las cifras oficiales, los indicios de que la Cabalgata superó todos los records de asistencia son considerables: un recorrido absolutamente atestado de gente, desde el principio hasta el final; los accesos tanto desde Alcalá como desde Madrid totalmente colapsados; y la Plaza y calles aledañas llenas de personas desde las seis de la tarde.

Y es que la ocasión lo merecía. En tiempos de recortes, la de Torrejón es la única gran cabalgata que optó por no reducirse, acortando el gasto gracias a los patrocinios, que pusieron en marcha once carrozas y el gran espectáculo final, según afirmaban fuentes municipales.

Volviendo a la Cabalgata, niños y mayores se encargaron de llenar de ilusión y caramelos a todos los que se acercaron a disfrutar del desfile, en el que no faltaron hadas, superhéroes, un gigantesco elefante, y, por supuesto, Los Guachis, si bien gran parte de las miradas se las llevaron los preciosos animales de Fauna Aventura.

Peñas, asociaciones y vecinos recrearon para los más pequeños personajes como Asterix, El Mago de Oz, Madagascar o el recién llegado Tadeo Jones, que abría la comitiva con una carroza inspirada en el mundo azteca.

Y al llegar a la Plaza, la gran comitiva Real recibió un recibimiento por todo lo alto: el alcalde, Pedro Rollán, se acercó a saludarlos al bajar de sus carrozas, y, juntos, saludaron a los vecinos desde el balcón municipal. Las palabras de Gaspar fueron el aperitivo para un gran espectáculo visual a cargo de Theatre Tol, que llenó de buenos deseos en forma de purpurina y globos, a los que abarrotaban la Plaza.

Un precioso baile en bicicleta, con imágenes de Parque Europa como fondo, y la música del Ave María de Haendel compusieron una hermosa función en la que los globos que llevaban los participantes fueron abandonando sus manos para llenar el cielo torrejonero.

Y el colofón llegaba en forma de efectos especiales: Reyes Abades teletransportaba a Melchor, Gaspar y Baltasar hasta un platillo volante que surgió en medio de la Plaza. Los Reyes, así, abandonaban el lugar demostrando, que, diga lo que diga el Papa, son magos, al menos en Torrejón.