La Hermandad de la Virgen del Monte Carmelo es la más joven del tejido religioso de la localidad
Desde hace ya tres años el nutrido calendario de procesiones en Torrejón se ha visto incrementado con la celebración de la Virgen del Carmen, advocación cuya Hermandad decidía, hace tres años, comenzar a celebrar una nueva procesión en la localidad. Y todo apunta a que ha llegado para quedarse, ya que, en tres años, el crecimiento de esta cita ha sido exponencial, y eso que tiene que luchar con un factor inexorable: se celebra en pleno mes de julio torrejonero, en concreto, el 16 de julio.
Así, y durante casi tres horas, los torrejoneros dedicaron la tarde a acordarse de la “estrella de los mares”, como se conoce a la advocación. La tarde comenzaba con el rezo de la última jornada de la novena, acto litúrgico que ha servido a los Hermanos del Carmen para prepararse de cara a la celebración. A continuación, y tras la entrada de las autoridades, se celebraba la Santa Misa, una misa muy especial en la que, entre cánticos y rezos a María, se bendijeron e impusieron escapularios a los fieles, el principal símbolo de la advocación carmelita.
También durante la celebración religiosa se aprovechó para dar la bienvenida a la nueva presidenta de la Hermandad, y para despedir con un fuerte aplauso y un ramo de flores a la anterior presidenta. Y es que la Hermandad de la Virgen del Carmen es la más joven del tejido religioso torrejonero. Fundada hace muy pocos años, está en pleno proceso de crecimiento y de creación de sus estatutos.
A eso de las nueve y media de la tarde los fieles abandonaban la Iglesia, y lo hacían para acompañar a la Virgen en un pequeño recorrido por las calles adyacentes a la Plaza. Portada por las Hermanas de la Virgen, la talla carmelita salía por la Puerta del Sol de la Parroquia de San Juan Evangelista mientras sonaban los acordes del himno de España. Nada más salir del recinto eclesiástico, una gran lluvia de pétalos bañaba a la imagen entre los aplausos de los vecinos.
Tras una hora de camino, los fieles volvían a entrar en la Iglesia, no sin antes observar como la Virgen besaba el cielo al ser elevada a pulso por sus costaleros. Tras la entrada en el templo, las admoniciones y el Salve Regina cerraban la celebración del Día del Carmen torrejonero en una calurosa noche de julio.
La Hermandad de la Virgen del Monte Carmelo es la más joven del tejido religioso de la localidad
Así, y durante casi tres horas, los torrejoneros dedicaron la tarde a acordarse de la “estrella de los mares”, como se conoce a la advocación. La tarde comenzaba con el rezo de la última jornada de la novena, acto litúrgico que ha servido a los Hermanos del Carmen para prepararse de cara a la celebración. A continuación, y tras la entrada de las autoridades, se celebraba la Santa Misa, una misa muy especial en la que, entre cánticos y rezos a María, se bendijeron e impusieron escapularios a los fieles, el principal símbolo de la advocación carmelita.
También durante la celebración religiosa se aprovechó para dar la bienvenida a la nueva presidenta de la Hermandad, y para despedir con un fuerte aplauso y un ramo de flores a la anterior presidenta. Y es que la Hermandad de la Virgen del Carmen es la más joven del tejido religioso torrejonero. Fundada hace muy pocos años, está en pleno proceso de crecimiento y de creación de sus estatutos.
A eso de las nueve y media de la tarde los fieles abandonaban la Iglesia, y lo hacían para acompañar a la Virgen en un pequeño recorrido por las calles adyacentes a la Plaza. Portada por las Hermanas de la Virgen, la talla carmelita salía por la Puerta del Sol de la Parroquia de San Juan Evangelista mientras sonaban los acordes del himno de España. Nada más salir del recinto eclesiástico, una gran lluvia de pétalos bañaba a la imagen entre los aplausos de los vecinos.
Tras una hora de camino, los fieles volvían a entrar en la Iglesia, no sin antes observar como la Virgen besaba el cielo al ser elevada a pulso por sus costaleros. Tras la entrada en el templo, las admoniciones y el Salve Regina cerraban la celebración del Día del Carmen torrejonero en una calurosa noche de julio.