Son dos inventos que atrapan al ladrón hasta la llegada de la policía

La crisis obliga a reinventarse, y eso mismo es lo que ha hecho una empresa de Torrejón con más de veinte años de vida en el Parque de Cataluña de la localidad, Torrejón Tecniservicio, dedicada a la rehabilitación de edificios, que ha decidido entrar en el mercado de los inventos.

Y lo hacía, hace unos días con la presentación de sus dos primeras propuestas, dos patentes nacionales que intentarán mejorar la seguridad en la localidad torrejonera: la “persiana antiatraco” y el “bolardo cepo”.

El primer invento es una estructura de cilindros de acero escondida en puertas y ventanas que cae, como una persiana, al activarse una alarma o pulsarse un dispositivo, dejando atrapado al ladrón dentro del establecimiento. Según explica la empresa, funciona igual que una habitación del pánico, pero su coste de instalación es muy inferior. El dispositivo, que cierra herméticamente el local, cae en menos de un segundo, y para volver a abrirse necesita la colaboración de un técnico especializado.

El segundo invento se convertirá en poco tiempo en una imagen habitual en las calles de la localidad, ya que, según explicaba la empresa, el propio Ayuntamiento se ha interesado en su compra. Se trata del “bolardo cepo”, un curioso ingenio con forma de pirámide puntiaguda que no opone resistencia a que un coche se suba sobre él, pero sí a que pueda bajar. El mecanismo es muy sencillo: la forma piramidal atrapa al vehículo que no puede dar marcha atrás para huir, dando tiempo a la policía para capturar al alunicero. Este invento, además, puede tener otros usos, como evitar el robo, o incluso impedir el aparcamiento en zonas reservadas.