15
Abr
2017
Viernes Santo Torrejón 2017: Las saetas acompañaron a la Virgen en el Entierro de su Hijo Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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Hasta en cuatro ocasiones el cortejo fúnebre se detuvo para escuchar saetas

Es el cierre de los días de Pasión en Torrejón, y este año fue aún más grande de lo habitual. Y es que el clima típicamente primaveral llenó las calles para acudir a un Santo Entierro que tomaba la Avenida de la Constitución en la tarde del Viernes Santo. Pero la gran sorpresa estaba justo al comienzo de la calle Pesquera, donde, hasta en cuatro ocasiones, el cortejo se detuvo para escuchar saetas al paso del Santo Sepulcro y de la Virgen de la Soledad, los dos pasos que procesionan en andas en este último desfile.

Así los vecinos se animaron a mostrar su dolor por la muerte de Cristo recuperando una tradición ancestral poco habitual en las calles torrejoneras. Y es que hacía ya varios años que el cortejo fúnebre del Viernes Santo no se interrumpía para escuchar las composiciones musicales.

Pero era algo antes cuando daba comienzo el Santo Entierro. A eso de las ocho de la tarde la Vera Cruz acompañada por la Banda de Música de Torrejón, llegaba en perfecta formación a las puertas de la parroquia de San Juan Evangelista para iniciar, minutos después, su última procesión de esta Semana Santa. La comitiva comenzaba con la salida de la Parroquia de los Pasos de El Calvario y la Virgen de las Angustias transportados en carroza. Detrás, el féretro con el Cristo Yacente, y cerrando el cortejo, la Virgen de la Soledad, transportada por 24 anderos.

Junto a ellos, los Atributos de la Pasión, portados por tres niñas; manolas, penitentes y nazarenos, completaban una comitiva que recorrió las calles de la zona centro durante hora y media. A las nueve y media las imágenes volvían a la Parroquia, y lo hacían para asistir al fin de fiesta: tras hacer entrar el Sepulcro de una forma totalmente sobria; la talla de la Virgen de la Soledad se preparaba para entrar en la Parroquia de forma espectacular.

Los 24 anderos levantaron a pulso la imagen de unos 700 kilos haciendo que recorriese los casi cien metros que separan la puerta de la iglesia del interior del templo, una auténtica proeza llevada a cabo después de siete horas y más de cinco kilómetros recorridos durante tres días, y que terminaba con un estallido de júbilo tras dejar la imagen de la Virgen titular de la Hermandad de la Vera Cruz por última vez en esta Semana Santa.