Rosario comenzó hace tres años una batalla judicial que ha terminado con una prueba de ADN concluyente

Hace tres años el suplemento de crónica rosa de El Mundo soltaba una bomba que removía los cimientos de la aristocracia española. Y es que una torrejonera, Rosario, afirmaba ser hija del Marqués de Medina Sidonia y reclamaba las pruebas de ADN para probarlo.

Así comenzaba una auténtica batalla judicial que terminaba hace pocos días con un resultado irrefutable: las pruebas de ADN confirman al 99% que los restos del Marqués demuestran la filiación de Rosario.

Pero para entender la historia hay que viajar hasta enero de 2014, cuando Rosario interponía una demanda de filiación contra los cuatro hijos “oficiales” de Leoncio González de Gregorio y Martí, marido de la Duquesa roja de Medina Sidonia.

Rosario, según explicaba en una más que polémica entrevista, siempre había sabido quien era su padre, y no dudaba en contarlo a todo el que quisiera escucharlo. Sin embargo, durante más de treinta años ningún abogado estuvo dispuesto a defenderla, algo que cambiaba a finales de 2013.

Y es que Rosario contaba que su madre Rosario, sirvienta en la casa de los González de Gregorio en la localidad pacense de Valencia de las Torres, se quedó embarazada del primogénito, tras lo cual fue despedida por su abuela. La madre, teniendo que buscarse la vida limpiando en un prostíbulo, enviaba a su hija a Écija, donde viviría Rosario hasta cinco años después, fecha en la que su madre se casaba y ella volvía a Torrejón.

Estas revelaciones abrían la caja de Pandora, comenzando una auténtica guerra judicial entre Rosario y los hijos del Marqués, una guerra que alcanzaba un punto de no retorno el pasado mes de marzo, cuando un juez ordenaba la exhumación de los huesos de Leoncio para hacer una prueba de ADN, ante la negativa de todos los hermanos menos uno de someterse a la prueba.

Y así ocurría: los restos del Marqués eran desenterrados en el cementerio de la localidad soriana de Quintana Redonda, para que el forense estrayese las muestras. Tras hacer las pruebas, el juez las encontraba concluyentes, y declaraba, hace unos días, a Rosario hija de Leoncio.

Pero si una batalla judicial acaba de terminar, otra puede comenzar en muy poco tiempo, pues Rosario está dispuesta a reclamar la quinta parte de la legítima que le correspondería como hija oficial del que, tiempo después de conocer a su madre, se convertiría en marido de la “Duquesa Roja”.