03
Oct
2017
La Patrona estrenó palio y fuegos artificiales para cerrar las Fiestas Imprimir
TorreNews - Sociedad Torrejón
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El peso del nuevo palio hizo que la Procesión durase algo más de lo previsto

Después de tres días de Fiesta en Torrejón llegaba el gran final, un final en el que la protagonista no es otra que la Virgen del Rosario, Patrona de la localidad y auténtica estrella de las Fiestas. Y es que, aunque los actos religiosos queden opacados por el resto de actividades, las actividades de la Hermandad del Rosario son muchas durante estos días: la Ofrenda Floral del viernes, la Salve del sábado, y la Misa Solemne del domingo por la mañana dejan paso a la espectacular Procesión de la Virgen por las calles de Torrejón, una procesión que en este año estaba de estreno, ya que la Patrona realizó el largo recorrido en un nuevo palio algo más pesado que el anterior que hizo que el viaje durase más de lo esperado.

Pero la Procesión propiamente dicha comenzaba a las ocho de la tarde del domingo, cuando, en perfecta formación, los Caballeros y Damas de la Virgen del Rosario entraban en la parroquia de San Juan Evangelista dispuesto a coger las andas del palio que había presidido el Altar mayor durante los dos últimos días. Así, colocaron las andas y comenzaron un largo viaje por el interior de la iglesia hasta llegar a la puerta, donde ya les esperaban todo el resto de elementos que compusieron la procesión: manolas, penitentes, autoridades, los militares del Cuartel de Automovilismo y la Agrupación Musical Pasión y Muerte de Ajalvir, encargados de poner la música al viaje de la Patrona.

Tras cruzar el umbral entre los acordes del Himno de España y los aplausos de los que llenaban la Plaza, la Virgen abandonaba la iglesia para vivir el primer acto de los que componen la Procesión: la tradicional subasta de cintas y Rosario, una subasta en la que el Rosario de nácar y plata que llevaba la Patrona se vendió por seiscientos euros, tras mantenerse la subasta en la moneda europea que nacía hace un año.

Tras la subasta comenzaba el recorrido por las calles de la zona centro, un recorrido bastante más lento de lo esperado, pues el enorme peso del nuevo palio obligó a que las “chicotás” fuesen mucho más cortas de lo habitual aumentando la solemnidad de la procesión. Al final, tras dos horas de viaje en la que los anderos titulares fueron ayudados por sus compañeros, la Patrona lograba regresar a la Plaza, y allí le esperaba otro de los elementos tradicionales del cierre de las Fiestas: la cascada pirotécnica en honor a la Patrona.

Tras cruzar la Plaza, y con muchos más portadores de los que iniciaron el recorrido, la Virgen del Rosario se acercaba a la Puerta del Sol de la parroquia, donde los presentes pudieron disfrutar de la última sorpresa de la noche: en el momento en que los Caballeros levantaban a pulso las andas de la Patrona, un castillo de fuegos artificiales comenzó en la terraza del Ayuntamiento, castillo que acompañó a la Virgen en su entrada, mezclándose con el Himno de España y los aplausos de los vecinos.

Ya dentro de la parroquia, tocaba terminar el viaje justo en el lugar donde comenzó tres horas y media antes, y sacando fuerzas de flaqueza, eso es lo que hicieron los Caballeros del Rosario. Llevando a la Virgen con paso solemne, consiguieron dejarla justo a los pies del Altar, donde recibieron el último aplauso de un Torrejón que no quiso dejar sola a su Patrona en su noche más importante.