Lo que casi siempre había sido un acto íntimo, esta vez contó con la participación de los torrejoneros

Es uno de los eventos más antiguos de la Hermandad de la Vera Cruz, y en este 2018 no estuvieron solos, ya que, el buen tiempo de mayo hizo que los vecinos se acercasen a vivir la bendición de la Cruz de Mayo en plena Plaza Mayor.

Así, a la una de la tarde, y tras sufrir la caída desde el campanario de un huevo de cigüeña a pocos centímetros de la Cruz, los Hermanos se congregaban a las puertas de la Iglesia, y lo hacían para asistir a la bendición de una Cruz que, en esta ocasión, reproduce sus colores, el blanco y el morado.

El párroco salía de la iglesia dispuesto a bendecir la Cruz, mientras los Hermanos de la Vera Cruz se ponían alrededor para no perderse ni un detalle, acompañados por los vecinos. Y así ocurría, el sacerdote bendecía la Cruz como punto de partida de la Misa más especial para los Hermanos de la Vera Cruz, pues no en vano, esta fiesta de la Cruz de Mayo fue su día grande hasta el traslado de la festividad al Día de la Exaltación de la Cruz de septiembre.